Hasta esta noche se rumoraba que la intérprete de 62 años de edad, habría muerto debido a un infarto, aunque esto no ha sido confirmado por la Procuraduría General de Justicia de Quintana Roo.
En datos preliminares, la dependencia informó que la actriz se sintió mal durante el día e incluso, sufrió un desvanecimiento en el baño de su domicilio, localizado en el complejo exclusivo de Playacar, en Playa del Carmen.
Alma fue una mujer que destacó en el plano profesional y sus allegados señalan que también destacó por sus actividades feministas.
Muriel es recordada por protagonizar “Retrato de una mujer casada”, película que narra la historia una mujer que estudia una carrera universitaria y es asesinada tras divorciarse de su esposo.
En lo que respecta a su vida personal, esta fue rodeada por un pequeño halo de misterio, pues muy pocas veces habló de su familia.
Se sabe que fue madre a muy corta edad, su primogénito se llama Sergio y la segunda Virginia, ésta última producto de su relación con el actor Ricardo Cortés.
Tras fracasar en dos relaciones buscó otra vez el amor y se casó con el cantante José María Napoleón. Alma Muriel se embarazó durante su matrimonio, con el cantautor pero su hijo murió en su cuna mientras ella se encontraba de viaje por España y el bebé al cuidado de una sirvienta.
El nombre de esta primera actriz está escrito con letras de oro en la historia del cine, la televisión y el teatro mexicano. Su trabajo profesional incluye tanto telenovelas como películas, así como diversas obras de teatro.
En lo profesional, la pasión de Alma destacaba por un personaje en particular, con el cual incluso llegó a hacer por mucho tiempo un monólogo: “Para ti Sor Juana”.
Sor Juana Inés de la Cruz, quien fue una escritora mexicana que desafió a la sociedad y a la Iglesia por su pasión por las letras y el conocimiento, era siempre un tema de análisis para Muriel.
La actriz tuvo un trabajo muy vasto en su carrera, haciendo desde los proyectos más comerciales, hasta la labor en el cine o teatro independiente.
Por ejemplo, Muriel dio vida a personajes como la villanísima “Lucrecia Treviño” e “Irene del Conde”, en “El extraño retorno de Diana Salazar”, en 1988; a “Leonarda”, de “Amar sin límites”, en 2007, y a “Soledad”, en Fuego en la sangre, en 2008.
Para el cine, ella incursionó en el género por el año de 1966. En su trayectoria intervino en más de 36 películas estelares, como “Por qué nací mujer”, en 1970; “Lo mejor de Teresa”, en 1976, y “Cuando tejen las arañas”, en 1979.
El Universal
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