Por: programaibermedia.com
La coproducción panameño-argentina dirigida por Abner Benaim rememora la invasión de Estados Unidos a Panamá durante la madrugada del 20 de diciembre 1989, cuando 27.000 marines estadounidenses tomaron las calles de la capital del país por orden del presidente George Bush padre.
Se concentraron, a fuego y bombas, en el barrio de El Chorrillo, donde se encontraba el cuartel central del general Manuel Noriega, por entonces gobernante de facto de Panamá y antiguo colaborador de la CIA, acusado por la justicia estadounidense del delito de narcotráfico.
Ese día cayeron las bombas suficientes para arrasarlo todo. Se calcula entre 500 y 2.000 el número de personas exterminadas, calcinadas muchas de ellas, en la operación diseñada por el gobierno de George H. W. Bush. Pero aún sigue sin saberse la cifra exacta. Es imposible precisar nada, porque nada se aprecia ya de aquello en El Chorrillo ni en los inmensos rascacielos de la Panamá actual, todos construidos contra la memoria de lo que ocurrió esa madrugada.
“El panameño es un hombre pragmático. Le interesa el resultado y, por ello, toda la sociedad se entregó como loca a pasar página y a hacer dinero. Pero existe el riesgo de que todo vuelva. Todavía hay mucha rabia, muchos muertos sin identificar, mucho dolor”, dice el director Abner Benaim.
Han pasado casi 25 años desde entonces y con Invasión Benaim ha decidido poner en imágenes la memoria colectiva de un pueblo que todavía no ha contado oficialmente a sus muertos. El director resolvió no usar fotos ni videos de la época para dar mayor protagonismo a los testimonios de varias personas que recuerdan cómo lo vivieron.
“Cuando acabó la invasión, todo el mundo salió a festejarlo a la calle como si el boxeador Roberto [Mano de Piedra] Durán hubiera ganado un combate. Nadie quiso saber nada de los muertos ni de las consecuencias. Y, en parte por el sentimiento de culpa de estar olvidándose del dolor, se decidió olvidarlo todo”, reflexiona el cineasta.
Es la primera película panameña que aborda el tema, y en ella Benaim se limita a rastrear en los recuerdos de la gente las heridas de lo sucedido. Lo hace sin artificios, sin ningún otro material que la palabra y la imaginación del espectador. Cada testigo es invitado a contar, escenificar incluso, lo que vio y sintió ese día: “Si sales a la calle a filmar la invasión, la invasión no está. No queda rastro. Toda la historia se encuentra en la memoria de la gente”.
“Muchos creyeron que si exigían justicia o simplemente reclamaban la dignidad de sus muertos, podían ser confundidos por partidarios del régimen del narcotraficante Noriega. Así que callaron. Y otros, los que poblaban El Chorrillo, los más pobres de la ciudad, se tomaron la invasión como una desgracia más en la larga lista de desgracias que sufren por culpa de la simple pobreza. Así que se resignaron y también callaron”, prosigue Benaim.
Al principio, el documental se iba a llamar ¿Dónde estabas tú?,pero al terminar la película, Abner Benaim se dio cuenta de que ese título “era limitado en cuanto a lo que expresaba sobre su contenido”. Por eso pasó a llamarse Invasión, ya que ofrece al espectador “mucho más que sólo dónde estaba cada uno, que es la primera pregunta que le hacía a cada entrevistado del documental, sino que luego hablábamos de muchos otros temas relacionados con la invasión”.
Invasión, de 90 minutos, se exhibió en abril en el Festival Internacional de Cine de Panamá (IFF Panamá). “La gente conectó de manera muy fuerte con la película y generó mucha discusión. Lo que sentí es que la gente está con ganas de empezar a hablar del tema”, comenta el director. Y añade: “Todas las diferentes opciones están todavía abiertas, tanto las de pensar que fue un acto necesario o un acto terrorífico y la intención es poner eso en el plato y crear más preguntas que respuestas”.
Invasión se estrena el próximo 25 de septiembre en todos los cines de Panamá.
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