Dentro de las actividades del Festival Internacional de Cine en Guadalajara, en su edición número 30 (FICG30), este martes 10 de marzo en punto de las 12:00 horas, se llevó a cabo la Catedra Julio Cortázar “Una vida para la animación” en el Paraninfo Enrique Díaz de León con la presencia del animador italiano, Bruno Bozzetto.
El ganador al premio Oso de Oro en el Festival de Cine de Berlín, narró cómo fue su incursión a la cinematografía en su natal Italia, detallando que su primer acercamiento fue como actor pero al notar que sus actuaciones no eran las mejores, prefirió realizar animaciones a la edad de 20 años y dijo “nunca fui a una escuela de diseño, mis dibujos eran pobres y sencillos pero eran para relatar buenas historias”.
Además de platicar la historia de sus producciones, el animador italiano mostró fragmentos de algunas de ellas al público asistente, donde resaltó la creación de “Mr. Rossi”, un personaje que logró ser el protagonista en siete de sus largometrajes y se refirió a ellos como “un producto que se hace con libertad, uno puede abordar temas como la ecología, la guerra o la vida y no hay un estilo qué seguir como en la televisión”.
Bozzetto aseguró que la tecnología creó un método radical en la forma de hacer animación, ya que gracias a la llegada de la computadora, la mayoría de los trabajadores dejaron de colaborar en las producciones animadas pero mencionó que “lo que nunca cambió fue el proceso creativo, cualquier idea nace y se desarrolla en la cabeza, no importa la tecnología que se utilice sino lo que se logre comunicar”.
Para finalizar, el cineasta milanés dio algunos consejos a los nuevos realizadores de cortometrajes o largometrajes animados, afirmando que una agradable producción debe contener una buena historia, humor, música y efectos sonoros al igual que campos largos y abiertos para el mejor desarrollo de los personajes.
Prensa FICG
(© FICG/Gilberto Torres)
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