Tras años de trabajo, la película ve finalmente la luz. Emmanuelle Bercot inaugura el 68º Festival de Cannes con La Tête Haute, que narra el recorrido de un joven delincuente entre los seis y los dieciocho años, desde los centros educativos hasta los tribunales de menores. Entrevista con la directora, recién llegada a la Croisette.
Su propio tío es profesor, así que podemos suponer que el tema de la película le resulta familiar. ¿Cómo se ha preparado para hablar sobre adolescentes rebeldes y delincuentes?
Ha supuesto un larguísimo trabajo de investigación, de lectura, de visionado de documentales. Creo que he visto todo lo que existía sobre el tema. Pero lo más importante ha sido el trabajo sobre el terreno. Fui al tribunal de menores de París durante varias semanas, a las oficinas de los jueces, para ver a los delincuentes que estaban siendo juzgados. También estuve en centros educativos cerrados, abiertos, en instituciones penitenciarias para menores... Todas las estructuras que aparecen en la película, las he conocido por dentro.
¿Qué es lo que más le ha impactado de estas visitas?
Tengo dos recuerdos muy fuertes en los centros: la violencia sorda que se respira y que resulta muy oprimente cuando uno no está acostumbrado a este mundo y, por otro lado, la dedicación, la fe, la paciencia que tienen la gente que trabaja con estos jóvenes para tratar de educarlos, de tranquilizarlos, de canalizarlos, de equilibrarlos. Ha supuesto toda una revelación para mí, no imaginaba que existiera todo ese trabajo en torno a la delincuencia de menores.
En su película descubrimos al joven Rod Paradot, que da sus primeros pasos en el cine. ¿Qué tal se las ha arreglado junto a actores contrastados como Catherine Deneuve, Benoit Magimel y Sara Forestier ?
Desde siempre tengo la costumbre de mezclar actores experimentados y actores no profesionales. Sara Forestier, Benoit Magimel y Catherine Deneuve también comenzaron a rodar muy jóvenes. Conservan ese recuerdo de sus inicios y han sido benevolentes. En realidad, es para ellos para quien es más desestabilizante. De todos modos, todos los actores te dirán que trabajar frente a un actor no profesional aporta muchísima frescura porque puede suceder cualquier cosa y hay que adaptarse.
Usted también está en cartelera con Mon Roi, la película de Maïwenn que participa en competición, en esta ocasión como actriz. ¿Qué relación mantienen como cineastas?
Me siento muy cercana a su trabajo, admiro sus películas y su estilo, que son exclusivos de ella. Aunque mis películas y mi forma de trabajar son muy diferentes a las suyas, las dos buscamos un realismo y una verdad viscerales. De hecho, si ella recurrió a mí en aquel momento fue porque sentía que me movía el mismo deseo de veracidad.
Su cortometraje, Les Vacances, fue premiado en Cannes. Le hemos visto aquí periódicamente como directora, actriz, guionista... ¿Qué representa el Festival para usted?
De repente, una siente la impresión de estar integrada en el cine. A menudo trabajamos sumidos en la soledad pero aquí una tiene la impresión de pertenecer a una familia y gozar de reconocimiento. La selección es exigente y una siente, durante el Festival, una pequeña legitimidad que no siente necesariamente el resto del tiempo.
Entrevista realizada por Tarik Khaldi
Fuente: CANNES
.jpeg)
0 comentarios:
Publicar un comentario