Con 50 años dedicados al cine nacional, Arturo Ripstein aseguró que el ingenio y la creatividad son las mejores herramientas para enfrentar los bajos presupuestos designados a las películas, y más ahora con la situación que enfrenta el peso frente al dólar.
“Éste puede ser un tema complejo y no soy experto, pero también de pronto hay que saber cómo se ajusta uno (en su calidad de realizador) a la realidad y así poder decir: ‘La película que yo quería y costaba 400,000 dólares, la voy a hacer con 200,000’, abatiendo costos con ingenio y creatividad”, expuso en entrevista con Notimex.
Ripstein, cuya obra fílmica está compuesta por más de 50 trabajos, entre cortometrajes, documentales y largometrajes de ficción, sostuvo que los presupuestos no necesariamente inciden en lo que resultan las películas.
“De hecho, las películas de altos presupuestos ocasionalmente son atroces, mejor dicho, casi generalmente. Y de pronto, las cintas que se hacen con el cuidado de los presupuestos pequeños son las que se hacen con el corazón, las tripas y los ojos, y eso de alguna manera tiene ciertos resultados más halagadores y positivos”, expuso el cineasta, a quien se le rendirá homenaje en la 72 Muestra Internacional de Cine de Venecia, el jueves.
Respecto de cómo ha enfrentado esta situación, el director de la cinta La calle de la amargura mencionó que él siempre ha buscado la manera de resolver: “Uno normalmente es hábil en eso, porque para todas las películas cuando llegan a la posproducción —pistas sonoras y mezclas— el dinero ya se acabó, entonces uno tiene que ver el modo de sacarlas adelante mediante piruetas, súplicas y amenazas”.
El objetivo, dijo, es terminar y que la película esté lo más redonda, “o bueno, eso es lo que siempre he tratado de lograr, porque hacer una cinta es un trabajo complejo, difícil y complicado”.
“Yo no estudié cine en la escuela, lo hice en los libros, viendo películas y filmando. No tengo ningún método en mi locura, de hecho hay locura, y punto; por eso he aprendido a filmar con lo que tengo, como mago, sacando de la manga lo que hay”, concluyó el cineasta que inició su andar en la década de los 60 como asistente de sonido, edición, jalacables y doble de acción.
Notimex
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