Still de la película "Steamboat Willie" |
En el año 1928, Walt Disney cambió el rumbo del cine con Steamboat Willie, una pequeña obra que introdujo a Mickey Mouse al reinado del entretenimiento. No solo fue la icónica presencia de uno de los personajes más conocidos del mundo lo que hizo grandiosa a esta obra, con Steamboat Willie comenzaba la época dorada de las películas animadas, era la primera vez que los dibujos contaban con sonidos sincronizados.
Después de ese primer paso, el mundo de Disney no dejó de crecer y, sobre todo, de innovar constantemente para mantener la calidad de sus producciones y para mantenerse latente en el gusto del público.
La compra de Pixar en el 2006 ha reforzado nuevamente el compromiso de Disney por innovar y mantenerse al tanto de los avances tecnológicos para aplicarlos a sus historias, a su arte.
Detrás de toda la “magia” de Disney existen diferentes actores que la hacen posible. Según el portal alt1040, “la empresa fundada en 1923 por Walt y Roy Disney cuenta con dos sedes principales de I+D+i, más conocidas como Disney Research, que se encuentran en Pittsburgh (Estados Unidos) y Zurich (Suiza)”.
La investigación que se hace en estos centros está a cargo de la Carnegie Mellon University y el Swiss Federal Institute of Technology (ETH) de Zurich. Dos prestigiosas entidades académicas que son pioneras en ciencias de la computación, ciencia que Disney ha utilizado en muchas de sus películas.
La tecnología y la creatividad del equipo de Disney ha llevado a que su arte sea mucho más diverso y definido.
En la actualidad, Disney Research se encuentra desarrollando un programa de reconstrucción facial mediante modelización que consiste en un grupo de siete cámaras que captan imágenes al mismo tiempo de una persona para, posteriormente, reconstruir su cara en base a las imágenes grabadas.
Pero este no es el único proyecto de las unidades de investigación de Disney. Se prueba con algoritmos para tratar de añadir cabello y barba para que sean acoplados a la reconstrucción facial del personaje, una tarea complicada y que requiere más de un paso.
También se busca la manera de pulir los efectos de movimiento, se trabaja en la “clonación” de rostros por ordenador y, el más reciente proyecto de Disney, que busca “utilizar la luz como transmisor de datos. Aunque sus resultados han permitido crear sistemas de comunicación entre varitas con luz y vestidos de algunos de sus personajes, estos diseños podrían ser utilizados en el futuro para mejorar la comunicación entre cualquier dispositivo que utilice luz (Disney Research lo ha logrado también con coches de juguete)”, informa el portal alt1040 que fue invitado a visitar los centros de investigación.
La combinación exitosa de Disney se basa en innovación y tradición. Las historias no pierden el toque de calidad con el que Walt Disney trabajaba, pero también se mantiene al tanto de los avances tecnológicos para lograr un efecto indeleble en el público a través de los años. Sin duda, un gran ejemplo de cultura y estrategia empresarial.
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