La meca del cine por excelencia también sufre el azote de la industria china. En su último informe anual, PwC estima que el mercado del celuloide del gigante asiático, con una audiencia potencial de 1,400 millones de personas, podría sobrepasar a Hollywood el año que viene y convertirse así en el mercado cinematográfico más lucrativo del mundo. Un avance que seguirá incrementando la distancia entre ambos países durante los años venideros.
Según los datos que baraja la consultora, la taquilla china llegará a recaudar hasta 15,000 millones de dólares anuales en 2020 frente a los 11,000 millones de dólares previstos en Estados Unidos. Una situación que llega impulsada por un crecimiento de doble dígito para la industria asiática, con un avance medio del 19% anual frente al tímido 2% proyectado a este lado del Atlántico. Una situación que supone un arma de doble filo para Hollywood. Por un lado, la industria del entretenimiento estadounidense puede sacar provecho del animado mercado chino que, sin embargo, reduce su apetencia entre los ciudadanos chinos.
La cuota de mercado de los grandes estudios de EEUU en el gigante asiático ha caído del 46% en 2014 hasta el 38% en 2015 a medida que la calidad de las películas patrias y Pekín mantiene el límite de la participación extranjera en esta industria. A día de hoy, los Hengdian World Studios, situados en el este del país, se han convertido en los más grandes del mundo.
En sus Perspectivas de Medios y Entretenimiento Global, PricewaterhouseCoopers justifica sus conclusiones al reiterar que China ya ha sobrepasado a EEUU como el mayor mercado de películas en 3D. La segunda mayor economía del mundo añade a su mercado cinematográfico alrededor de 15 proyecciones diarias aunque esta cifra debería aumentar ya que China cuenta con 23 salas de proyección por cada millón de habitantes. En Estados Unidos esta cifra asciende hasta 125 por cada millón de ciudadanos. Sobre el precio de las entradas, en 2020 estas alcanzaran un coste aproximado de 6.04 dólares en China frente a los 9.02 dólares en Estados Unidos.
Parte del ajuste que sufre la industria cinematográfica de Estados Unidos esta fomentada por el impacto en la audiencia de servicios de streaming como Netflix o Hulu así como la posibilidad de los consumidores de comprar o alquilar películas a través de Internet o sus operadores de cable. El año pasado, el consumo bajo demanda de películas superó a las taquillas de cine con una recaudación de 11,000 millones de dólares frente a los 10,000 millones de dólares acumulados por las salas de cine.
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