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GUIÓN… Cómo escribirlo mejor
Por: Andrés Borghi
Siempre va a ser más importante el contenido de un guión, su estructura y su historia que la forma en que está escrito. Si la idea básica no es buena, los personajes no tienen brillo propio o el ritmo no fluye, no hay escritura que salve al guión, por más correcta o mas florida que sea.
Sin embargo es bueno ocuparse del formato que se le da a los párrafos una vez que todo lo otro está resuelto. Una buena terminación del guión garantiza que todo el paquete esté completo, pero más importante que eso, sumerge al lector mas profundamente en la historia atrapándolo hasta llegar a la palabra FIN.
Hay ciertas maneras de asegurarnos de eso y para ello preparé una serie de pautas y consejos. Muchos genios del guión no comparten estos métodos, otros los consideran anticuados o demasiado estructurales, pero claro, por algo los consideramos genios del guión. Su talento les permite llegar mas allá de todas estas pautas y por eso los contamos con los dedos de una mano.
Los siguientes consejos vienen de mi experiencia personal (que tampoco podemos decir que sea mucha) con la escritura del formato cinematográfico y quiero compartirlos al haber comprobado que a mi me funcionan de maravilla. Están apuntados a quienes recién empiezan en el arte de escribir guiones, pero aquellos que ya están en el tema pueden encontrar también alguno que otro dato útil. Obviamente estos consejos no son reglas ni es obligación aplicaros, pero en lo que a mi respecta, estoy convencido de que ayudan a mantener al lector metido en el relato y a dar una mayor seriedad al trabajo final.
Empecemos por ésto último.
TIPOGRAFÍA
Al escribir en una computadora podemos elegir la tipografía que queramos de entre miles y miles de opciones diferentes. Aún así yo recomiendo usar una sola: “Courier New”, que es la usada para este mismo artículo. Esta tipografía imita a la escritura estándar de una máquina de escribir, la cual se usaba para redactar y presentar guiones antes de la existencia de la PCs. No lo sugiero por ser anticuado, sino porque es la tipografía que se sigue usando a la hora de presentar un guion profesional dentro de la industria. Si alguien que entiende del tema lee un guion escrito en Courier New automáticamente lo va a ver como un signo de buen oficio. Si la letra es otra ya es una señal muy evidente del no conocimiento por parte del escritor del formato profesional, y si el escritor no sabe eso, muy probablemente tampoco sepa de estructura, desarrollo de la historia o diálogos. Mala señal.
PÁRRAFOS
Seguramente varios saben que tradicionalmente se asume que una página de guion representa un minuto de película en imagen y movimiento. Esto sirve para poder deducir rápidamente la duración del guion que tenemos entre manos. Si saltamos a la última página de un guion sin haber leído nada y vemos que se trata de la página 90, estamos ante una película de una hora y media de duración.
Por supuesto muchas veces esto puede no ser exacto y se permite un margen de error. Una escena de una página donde un personaje confiesa algo terrible a otro debería ser un minuto en imagen. Pero quizás a la hora de rodar el actor encontró que ese diálogo necesitaba más tiempo y un ritmo un poco más lento para que la escena tenga un mayor impacto. Ahí rápidamente la escena puede pasar de un minuto a dos o tres minutos.
Lo mismo ocurre al revés: Es famoso el caso de “Indiana Jones y el Arca perdida”. En una escena Indiana se topa con un guerrero en las calles; es un hombre armado con un sable que despliega una gran habilidad con el arma para intimidar a Indiana. El guion requería que Indiana y el hombre peleen en una batalla espectacular que habría tomado unos 2 o 3 minutos de metraje. Sin embargo ese día Harrison Ford (el actor interpretando a Indy) no se sentía bien y bromeando sacó su pistola en un ensayo e hizo como si disparara al hombre antes de empezar la pelea para ahorrarse todo el lío. Esto le gustó a Spielberg, el director, y lo incluyó en la escena. Por consiguiente, la batalla pasó de durar tres minutos a durar medio, y de paso se volvió un momento icónico del film.
Así y todo, la película final no debe haber tenido una diferencia de media hora o siquiera de quince minutos con el guión original, y sigue siendo claro que se puede confiar en la cantidad de páginas del guión para estimar la duración del film.
Pero, ¿cómo logramos que una página de nuestro guión equivalga a un minuto de película?
Algo muy básico para lograr esto y que se aprende en la primera clase de guión, es el formato de los diálogos. Todos sabemos que se deja un renglón, se escribe el nombre del personaje que habla en mayúsculas con el párrafo centrado, y en el renglón siguiente se desarrolla el diálogo con márgenes más pequeños que los usados para escribir la acción narrativa. Esto suele da un descanso a la lectura descriptiva de la acción. (No duden en conseguir el software “Final Draft”, donde todos estos márgenes están predeterminados ahorrándonos el seteo manual)
A veces, sin embargo, nos encontramos con escenas o varias escenas continuas que no tienen diálogos y lo que vemos de golpe es un enorme bloque de escritura contando la acción a lo largo de páginas y páginas. A simple vista esto es bastante intimidante y desalentador para quien está leyendo nuestro guión. Una manera de evitarlo es usar siempre punto y aparte. Siempre que una acción concluya y venga la siguiente, hacer punto y aparte dejando un renglón en el medio. Así el guión se vuelve mucho mas dinámico de leer y quien lo haga realmente siente que la acción pasa en tiempo real sin tardar más de un minuto por página. También es una buena manera de controlar el caudal de información, ya que, si nos vamos en descripciones innecesarias el guión va a crecer enormemente en páginas sin necesidad.
CUESTIONES TÉCNICAS
Todos sabemos que un GUION LITERARIO no puede mencionar las acciones de la cámara. Eso se deja para el GUION TÉCNICO, que cuenta detalladamente cada movimiento de cámara y cada encuadre y es desarrollado por el director y su equipo.
En un guión literario, escribir “Fulano se sienta en la cama y la cámara se acerca haciendo un ZOOM” es una forma muy efectiva de perder al espectador. Es el equivalente escrito a estar viendo una película y notar como el micrófono del sonidista entra en la toma, o ver al camarógrafo reflejado en un espejo. La gente quiere meterse en la historia y olvidar que esta viendo una película o que está leyendo un libreto de cine. Estos detalles se dejan para el guión técnico y para el director, ya que al escribir no somos directores, somos GUIONISTAS. Es fundamental dejar ese aspecto de lado a la hora de escribir para sacarle el mayor provecho a la historia. Ya habrá tiempo después para pensar como se filma. Peor aún es cuando la película la dirige otro y ese otro se topa con nuestro guion que le sugiere que debe hacer con la cámara. Ese es SU trabajo, no el del guionista.
Muchos sabemos todo esto pero aun así nos la rebuscamos para hacer lo mismo disfrazado con otras palabras: “VEMOS una calle desierta. De pronto OÍMOS el motor de un auto que se acerca coleando perseguido por patrullas de la policía” En este caso el guionista quiere contar que el barullo de la persecución contrasta terriblemente con el silencio de esa calle previo a la llegada de los autos. Por ende empieza contando que silenciosa que es esa calle. La palabra VEMOS en un guion es absolutamente redundante: Es una película, por supuesto que lo VEMOS. También hace alusión directa a la audiencia recordándonos nuevamente que estamos leyendo un guion. El problema con el párrafo escrito mas arriba es que en la primer parte del mismo no ocurre nada, solo se cuenta que silenciosa que está la calle. Al no haber acción alguna, es lógico que queramos solucionarlo poniendo VEMOS, como si fuese un cuadro. Resolver esto es bastante sencillo:
“La calle está desierta. Nada se mueve ni se oye sonido alguno. De pronto el estruendo de un automóvil escapando de la policía rompe el silencio”
De esta manera evitamos recordarle al lector que se trata de un guion y de paso la escritura se vuelve mas refinada y un poco mas poética, sin pasarse de largo en detalles abstractos imposibles de traducir en imagen como “las patrullas persiguen al auto cual leones cazando a una gacela que no tiene chance alguna de sobrevivir”. La película nunca va a mostrar a esos leones ni a esa gacela cual National Geographic y si esa sensación es la que se quiere transmitir, nada mejor que hacerlo con acciones: la patrullas pueden ir ganando velocidad a lo largo de la persecución, el auto puede dar curvas cerradas que compliquen su escape, los policías pueden disparar repetidas veces al prófugo, etc. Estas acciones SI aparecerán en imágenes y darán la misma sensación que la frase abstracta atrayendo más al lector al frenetismo de la narración.
Estas pequeñas descripciones poéticas no están necesariamente prohibidas pero deben ser usadas muy poco y en momentos clave. Si aparecen en cada página el lector se harta de estas pretensiones innecesarias. Por ejemplo, cuando un personaje hace la gran revelación final de la historia no venga mal reforzar la sensación de los demás personajes con alguna metáfora. Esta metáfora se traducirá finalmente en imagen a través del actor, quien seguramente use esa metáfora como guía para saber que debe transmitir con su cuerpo. O a veces en guiones de comedia es bueno incluir alguna frase que sea divertida por como está escrita, pero siempre relacionada a lo que está pasando y sin abusarse. Por ejemplo si un personaje bondadoso revela ser el malo de la película ante otro personaje que se queda estupefacto:
“Fulano termina de hablar y espera la respuesta de Mengano quien se queda congelado como un helado en un freezer en Alaska”
Obviamente quien interprete a Mengano deberá transmitir una gran estupefacción, y de paso el guion es divertido de leer igual que la película será divertida de ver.
Hablando de personajes y actores es muy común también incluir la clásica frase “cara de”: “Fulano tiene cara de tristeza”. Esto hay que evitarlo todo lo posible. Es preferible decir “Fulano está triste”, y quizás ni siquiera haga falta; si la escena está bien construida la misma acción y las cosas que van ocurriendo hagan obvia la sensación del personaje y por ende su lenguaje corporal. De esta manera ni hace falta recordar que el tipo está triste. Si toda su familia murió es obvio que va a estar triste. Preferible contarlo con acciones: No se levanta de la cama, no come, no hace nada.
EXCEPCIONES
Como en toda manera de trabajar, hay una metodología y excepciones a esa metodología.
Ya les conté como nunca se debe sugerir al director que hacer con la cámara en un guión literario. Sin embargo a veces la historia que queremos contar como guionistas tiene realmente un lenguaje cinematográfico y aparecen situaciones que no se pueden contar sin una aclaración específica que haga alusión a la cámara.
Por ejemplo: tenemos a un personaje que en una escena temprana en el film ve una situación de un robo en la calle y no hace nada al respecto. Nosotros como espectadores vemos qué hacen esos ladrones observados por el personaje; vemos sus caras, sus ropas y sus acciones. Supongamos que, ya llegando el final de la película, nuestro personaje reconoce a uno de esos ladrones al cruzárselo en otro lugar vestido como policía. Esto sorprende a nuestro personaje ya que recuerda haber visto a ese hombre cometiendo un robo, algo totalmente opuesto a como está vestido ahora (en un mundo ideal, claro).
Como guionistas, queremos mostrar cómo nuestro personaje se sorprende al recordar donde vio a ese hombre anteriormente, pero quizás la escena del robo ocurrió hace bastante tiempo en la película, quizás incluso uno o dos horas y el público puede no recordar el rostro del hombre como para sorprenderse con el personaje o entender que está ocurriendo.
El director seguramente resuelva este inconveniente volviendo a mostrar un fragmento de la escena del robo donde se vea al hombre claramente, representando el recuerdo del personaje que observaba. Nosotros como guionistas podemos hacer esto mismo.
Allí es donde entran los INSERT. Por ejemplo:
…Fulano se queda pasmado observando al policía a cargo de la seguridad del banco.
INSERT
Fulano recuerda el robo al banco. Uno de los ladrones es el policía que está viendo ahora mismo.
De esta manera pudimos contar la escena de la manera más simple y efectiva sin recurrir a complicaciones como tener que relatar la escena del robo nuevamente.
CONCLUSIÓN
Estos son los pequeños tips que tengo para contarles.
En definitiva este artículo no se trata de como escribir mejores guiones sino de como escribirlos mejor. No me metí en la estructura, los personajes, los puntos de giro, etc. Esas materias son muy complejas y no soy quien para dar catedra de algo que yo mismo estoy aprendiendo. Pero sí espero que estos consejos sirvan para que la lectura de tu guion sea más amena y entretenida y que tenga un acabado más profesional.
Sería una pena que tu talento quede olvidado porque un productor tiró tu guion al tacho al haber leído la palabra “vemos”.
¡Así más gente va a querer leer tus guiones, que seguramente lo merecen!
Para que puedan ver todo estos consejos aplicados, me decidí a mostrarles el guión de un viejo cortometraje que hice en el año 2008 llamado ‘DEDICADO A NADIE’. Se los comparto para que puedan comparar la escritura con el trabajo terminado. Notarán que varios diálogos cambiaron y algunas escenas se eliminaron, haciendo que un guión de 21 páginas resulte en un corto de 20 minutos incluyendo títulos y créditos.
Espero que lo puedan disfrutar y que toda esta lectura les haya servido para algo. ¡Buena suerte!
¿Quieres ver más de Andrés Borghi?… ww.youtube.com/guadalajaraman
Dar click para ver ejemplo de Guión "Dedicado a Nadie" por Andrés Borghi
Visualización on line guión "Dedicado a Nadie"
Muchas gracias por tu aporte, me encanto la verdad, saludos desde Argentina :)
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