Durante tres días los escombros del barrio de Shejaiya han sido testigos de un decorado sorprendente: sesenta metros de alfombra roja para un pionero festival de cine al aire libre proyectado entre la destrucción de Gaza.
Se trata del primer festival de filmes de derechos humanos de la franja y también del primero que se celebra al aire libre, y su jurado hará pública hoy la lista de cintas ganadoras.
En el concurrido evento, denominado "La Alfombra Roja", ha sido proyectadas 28 películas, elegidas de entre 160 de todo el mundo, la mayoría procedentes de países árabes y una de ellas de Chile.
La iniciativa tiene entre sus objetivos honrar a las familias que perdieron sus viviendas en la última operación israelí contra la franja, el pasado verano (que acabó con la vida de más de 2.100 palestinos y unos 70 israelíes), muchos aún sin hogar.
Voluntarios colgaron carteles en el derrumbado minarete de la mezquita destruida, colocaron una gran pantalla sobre la pared de un edificio gravemente dañado y ayudaron a las excavadoras a despejar el lugar y los caminos de acceso de restos de cohetes y explosivos.
"Hemos decidido empezar nuestro festival en este barrio (el más afectado por la guerra) para enviar un mensaje al mundo de que ha llegado el momento de empezar el proceso de reconstrucción comprometido por los donantes internacionales y ayudar a decenas de miles de mujeres y niños desplazados a regresar a sus hogares", dijo a Efe el director de cine palestino Jalil al Muzayan.
Las proyecciones tuvieron lugar en una zona que albergaba la mezquita de al Tawfiq y decenas de casas destruidas por bombas lanzadas por la aviación israelí, que asoló la franja durante cincuenta días.
Dirigentes de Gaza, activistas de derechos humanos y antiguos vecinos del barrio se acercaron durante los tres días para ver alguna de las cintas que se proyectaron, entre ellas dos palestinas, una rodada en la franja y otra en Cisjordania.
En esta ocasión, la alfombra roja no era recorrida por cineastas y actores famosos sino por los empobrecidos gazatíes, que sufren desde hace más de siete años la asfixia de un severo bloqueo.
"Dejar que la gente, especialmente los que han perdido sus hogares, caminen por la alfombra roja es un símbolo. Queríamos enviar el mensaje para decir que los reyes y presidentes o las estrellas del cine no son más importantes que los pobres residentes que todavía sufren el estar desplazados", afirma el director, que considera que el festival ha sido "todo un éxito".
El lugar también albergó conciertos de música tradicional árabe, para alegría de los asistentes, que tienen en Gaza muy escasas oportunidades de disfrutar de actividades culturales.
Las proyecciones forman parte y se celebran en paralelo al Festival Karama de Derechos Humanos de Ammán (Jordania) y pretenden "lanzar un mensaje de paz y un llamamiento al fin de las violaciones de derechos humanos en Palestina", asegura Fayek Jarada, uno de los organizadores, también director de cine.
"Hacer un festival así en la franja, que vive bajo el bloqueo y la destrucción desde hace tantos años, enseña la parte humana y cultural de Gaza y crea un estado de comunicación con el mundo a través de la ventana del cine", añade.
Tanto Israel como Hamás están siendo investigados por la Corte Penal Internacional por posibles violaciones de derechos internacionales y crímenes de guerra durante la guerra del último verano en este territorio, que provocó enorme destrucción de viviendas, infraestructuras, industrias y agricultura, además de las graves pérdidas humanas.
"Este festival es el primero de este tipo que se hace en los territorios palestinos y supone un lazo entre el arte y la realidad", dijo a Efe Salah Abdulati, director de la ONG palestina Corporación Independiente por los Derechos Humanos, que agradeció que el festival "ponga un foco sobre el sufrimiento del pueblo de Gaza, especialmente durante la última agresión israelí".
Por su parte Husni al-Mughani, uno de los notables del barrio de El Shujaia, se congratuló de la iniciativa y señaló que "es un evento importante porque, después de nueve meses de la guerra israelí, el festival muestra al mundo lo grandes que son los crímenes cometidos por Israel contra nosotros".
"Pese al dolor, la destrucción y la pobreza, los residentes de Shejaiya siguen siendo fuertes y el Ejército israelí nunca podrá romper su fuerte voluntad de vivir vidas normales y libres", añadió.
EFE
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