Ciudad de México, México.- Pocas mujeres han gozado del privilegio de decir que tienen a Hollywood en sus manos y Meryl Streep, con toda seguridad, es una de ellas.
Meryl Streep (1949, Nueva Jersey) es capaz de dominar la pantalla grande como lo hicieran las estrellas de la época dorada de la Meca del Cine. Es gracias a su perfeccionismo y dedicación que se ha ganado el respeto de toda una industria que tampoco teme rendirle pleitesía a la menor provocación.
Streep se ha declarado admiradora de actrices como Vivien Leigh, Sophia Loren, Katharine Hepburn o Bette Davis. Y al igual que todas ellas, Meryl ya tiene un lugar dorado en la historia del cine.
Ha demostrado ser capaz de interpretar, entre muchos otros roles, a una abnegada madre, una tirana editora de moda, una dubitativa monja, una muerta celosa de su mejor amiga, una atormentada judía y una baronesa enamorada, siempre entregando una actuación pulcra y entretenida, tan memorable como la siguiente.
Inspiradora como pocas, también ha nutrido su trayectoria basándose en las historias de otras mujeres. Continuamente se enfrasca en proyectos que involucran retratar a una fémina real. Desde Ethel Rosenberg hasta Margaret Thatcher, Meryl Streep presta su rostro a mujeres con decisión; mujeres que han impactado y cambiado al mundo desde sus propias trincheras.
En el terreno personal, Meryl ha preferido separar a su familia de la presión mediática. Decidió criar a sus cuatro hijos en un rancho lejos de Hollywood y jamás ha aparecido en una revista o programa de televisión con ellos. Ese es un placer que se reserva para ella sola; el de actuar, lo comparte con el público.
Tal vez, la mayor prueba de la solidez de la carrera profesional de Meryl Streep son los tres premios Oscar que le han entregado. Uno, que ganó como mejor actriz de reparto en 1980 por 'Kramer vs. Kramer'. Otro más, otorgado tres años después por 'La Decisión de Sophie'. Y el último, en 2012, por su actuación en 'La Dama de Hierro'.
Para los amantes de los récords, vale mencionar que, con 17 postulaciones, Meryl tiene la mayor cuenta de candidaturas a la estatuilla dorada en las categorías de actuación. O como diría el comediante Steve Martin en la ceremonia de 2010: "la que más ha perdido".
Meryl, al escuchar la broma, y con un encantador gesto, se llevó una mano a la frente mientras reía a carcajadas. Quizá fue en ese momento que se dio cuenta de toda la verdad que había en ese simple comentario.
Pero haciendo un balance y desechando los catorce Oscar que no tiene en casa, Meryl Streep ha ganado mucho más de lo que ha perdido.
Hoy ella destaca sin necesidad de premios ni alabanzas gratuitas. Con la más mínima mueca, es capaz de conquistar al público y con el más mínimo gesto, capaz de transformarse en una nueva mujer cada vez que así lo decida.
Terra
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