La historiadora del arte e investigadora Elisa Lozano ofreció la tarde de ayer un recorrido por el trabajo realizado por escenógrafos de la Época de Oro del cine mexicano como Fernando A. Rivero, Matías Santoyo, los hermanos Rodríguez Granada: Mariano, José y Ramón, Carlos Toussaint y Jorge Fernández, entre otros. En la Sala 4 de la Cineteca Nacional, Lozada presentó una parte de la investigación que ha realizado en torno al quehacer de uno de los principales oficios del cine: el escenógrafo, cuya labor no fue reconocida sino hasta 1940 cuando se convierte en una especialidad.
El trabajo de estos hombres, ahora también llamados diseñadores de producción, no ha sido estudiado porque no se acostumbraba a guardar sus materiales, bocetos y/o maquetas, expuso la investigadora, quien para este ocasión habló del periodo que comprende de 1931 a 1944. Respecto a la metodología que siguió para recuperar las imágenes de su trabajo, indicó que ha tenido que acercarse a familiares o amigos cercanos de los escenógrafos y también indagar en las revistas de cine o periódicos de la época, incluso buscar las guías que sacaban los directores y los anuarios cinematográficos.
Lo anterior, dijo, para recuperar las formas de producción, así como los materiales y trucos visuales de los que se valían. Una de las novedades de este periodo fue la invención de escenarios desmontables. Bajo este tenor y con el apoyo visual de bocetos, fotos de set y recortes de periódicos, Lozano comenzó su charla "Escenógrafos del periodo clásico del cine mexicano" hablando de Fernando A. Rivero, de quien mostró su trabajo en las películas "Santa", "Perjura", "Mujer del puerto" y "El prisionero 13", entre otras. Conocido como "El padre de la escenografía en México", A. Rivero llega al arte cinematográfico para pedirle trabajo como galán a Gustavo Sanz de Cicilia, productor de "Santa", pero debido a que todos los papeles ya estaban dados, éste le ofreció hacerse cargo de la escenografía.
Recordó que por aquella época, etapa del cine preindustrial, no estaban especificadas las actividades que realizaba cada uno de los miembros de la producción, por lo que además debutó como director en 1938 con "Jengibre con dinamita". También abordó el trabajo del michoacano Matias Santoyo, quien figuró más por su romance con la pintora Nahui Olin, que por su faceta como escenógrafo, pintor o actor. Por la década de los 30 también debutaron los tres hermanos Rodríguez Granada: Mariano, José y Ramón; Carlos Toussaint, Jorge Fernández y Manuel Fontanals, quien trabajó en 20 películas al lado de Emilio "El Indio" Fernández. Uno de los aportes de Fontanals, quien tenía una formación teatral, dancística y operística, "fue que él indicaba el número de escena, como si se tratara de un ´storyboard'", comentó. La autora de "¡Luces, cámara, acción! Cinefotógrafos del cine mexicano (1931-2010)" expuso que la presencia de las mujeres en esta materia se dio con Lucero Isacc, quien fue la primera en tener crédito en el cine mexicano. "Lo que pasa es que la industria estaba manejada por hombres y ella es la autora de la ambientación de ´El castillo de la pureza´, película en la que durante su filmación murió Fontanals", indicó.
De acuerdo con los datos de esta época, dijo, "era fundamental el trabajo de los escenógrafos con los cinefotógrafos, tenían que trabajar absolutamente en conjunto". Otros de los escenógrafos pertenecientes de esta época son Francisco Marco Chilet, quien incursionó también en el diseño de muebles, joyas y vestuario, y Javier Torres Torija, cuyo trabajo se enmarca en la transición de la Época de Oro del cine mexicano y el cine de ficheras.
Aunado al acervo del periodo clásico, Lozano presentó un video sobre el uso actual de las maquetas tridimensionales en el diseño escenográfico y una entrevista con Rodrigo Moya, hijo de Luis Moya, quien empezó sus actividades en los 30 como asistente y debutó en esta actividad en el cine mexicano en 1942. Tras la charla se exhibió la película "En la Palma de tu mano" (1950), de Roberto Gavaldón, que gira en torno a un charlatán mentalista que en compañía de su esposa se dedica a trabajar con señoras de buena posición económica. La tragedia comienza cuando el hombre intenta sacarle todo el dinero posible a una viuda rica, quien a su vez le hace creer que ella y su amante mataron a su marido para quedarse con su fortuna.
Notimex
0 comentarios:
Publicar un comentario