La espectacularidad con la que se recrean mundos de fantasía, historias de acción, fenómenos naturales y sociales, ha logrado atrapar la atención en las salas de cine, sin imaginar que detrás de ella, existe el riesgo constante que puede llevar a consecuencias irreparables o pérdidas millonarias. Por ello, los riesgos en una filmación, tanto en televisión como cine, es algo común, debido a que a pesar de que todo está calculado, nada está exento de una falla técnica o humana.
Semanas de planeación lleva una escena de acción, en la que se involucran de primera instancia los productores, los especialistas en efectos especiales, “Stunt man” y el director de escena, a fin de ajustar detalles y sumar la experiencia de cada uno.
“Quienes trabajamos en una producción sabemos que la responsabilidad es conjunta, por ello cada una de las personas que interviene está muy atenta a lo que debe de hacer, desde el momento que se les indica el tipo de escena que se realizará”, comentó la productora Angelli Nesma, quien cuenta con una amplia trayectoria en el mundo de la televisión. La productora ha logrado escenas de asesinatos, volcaduras de autos, explosiones, caídas de caballos.
“Como todo proyecto tenemos una fase de preproducción, donde se analiza el argumento y comienza el minucioso trabajo de planear las escenas de riesgo, que generalmente están a cargo de otra persona, en la que confío y me va informando de los avances”, señaló la productora.
Destacó que una vez que está planeado se habla con el efectista a quien previamente se le entregó un bosquejo de la idea, para realizar juntos la planeación hasta llegar al día que se hace la toma que dura un día entero o unas cuantas horas, “todo depende de la complejidad”.
Cerca de un centenar de personas intervienen en una escena de acción, además de que en la locación se cuenta con un par de ambulancias equipadas y en alerta constante y un camión de bomberos.
“Es una gran logística y tanto los que participan de manera directa como indirecta, están al pendiente de lo que pasa en esta toma única e irrepetible, porque no habrá segundos coches que exploten o se vuelquen aparatosamente”, explicó Nesma, quien ha hecho historias como “Lo que la vida me robó”, “Un gancho al corazón” y “Abismo de pasión”, entre otras.
Nesma recordó que la espectacularidad gusta mucho al público. Su actual melodrama “Que te perdone Dios…yo no” en sus primeros capítulos contó con la volcadura de una camioneta, en la cual el personaje de la actriz Rebecca Jones, pierde la vista y queda lesionada.
Cerca de una semana tomó el confeccionar esta camioneta, que en el interior cuenta con soportes metálicos que detendrán la cámara y evitarán que la persona que va al interior salga disparada al momento de que las rampas impulsen por el cielo al vehículo, cuyo costo es de alrededor de más de 350 mil pesos.
Pero si la parte técnica y de planeación es importante, los llamados “Stunt man” (hombre de piedra), juegan un papel primordial, ya que ellos pondrán su talento corporal y destreza para que las tomas queden reales.
Arturo Godínez “El turko”, quien es ampliamente conocido en el ramo por su participación en cintas como “La leyenda del zorro” y “Hombre en llamas”, detalló cómo es su trabajo día a día, donde logran hacer de lo imposible, lo posible.
“Es mucha adrenalina, pero no somos improvisados tenemos años de preparación, en diferentes disciplinas que nos ayudan a saber cómo caer y evitar lastimarnos o sufrir alguna lesión, aunque en nuestro oficio corremos el riesgo de tener secuelas”, comentó.
“Yo en algún tiempo pensé en dedicarme al dibujo industrial, pero me di cuenta que no es lo mío, la adrenalina hace falta, cuando llegas a un foro o set vas con la actitud de asumir los riesgos, pero también con la confianza de que hay planeación”, comentó el “Turko”, quien cuenta con casi tres décadas como “hombre de piedra”.
“Me gusta lo que hago y se cómo es mi trabajo, porque he tenido que enfrentar la muerta y superar mis miedos”, dijo el actor de doble, mientras recuerda que durante un rodaje estuvo a punto de perder la vida en un río a causa de un remolino, sin embargo su entrenamiento le permitió salir avante.
Sin embargo, como la toma no quedó, el director decidió repetir y él nuevamente tuvo que enfrentar esas turbulentas aguas.
“Los nervios y la expectativa terminan con el corte y queda”, aseguró “El Turko”.
Eduardo Yáñez, quien ha protagonizado un sin número de telenovelas, reconoce que no es fácil hacer estas escenas, “yo lo que hago es prepararme, por ejemplo en esta producción (Amores con trampa) mi personaje requiere que aprenda a montar a caballo, tomo clases para perfeccionar lo que sé”.
“Así hago mis personajes veo los requerimientos”, dijo el actor, quien ha sufrido accidentes en otras producciones, “cuando hice -Fuego en la sangre- varias veces caí del caballo, pero también debo decir que en toda producción cuentas con un doble que te ayuda con esas escenas que no puedes realizar”.
La actriz Ana Brenda Contreras también ha sufrido los infortunios al hacer estas escenas. Hace unos meses la joven dio a conocer que practicando equitación para dar vida a su personaje en “Lo imperdonable”, cayó del caballo lastimándose la muñeca.
“Estoy mejor, pero aún me duele”, comentó la actriz, mientras que su compañero actor Alfredo Adame, reconoce que hacer este tipo de trabajo tiene su dificultad, “sí hay nervios y te metes en el personaje”.
“No es fácil aunque sabes que todo está calculado y que hay un doble apoyándote”, comentó Adame, quien realizó una difícil escena para la telenovela “La sombra del pasado”, donde su personaje sufre un aparatoso accidente en la carretera, que hace que su vehículo de varias vueltas en el aire hasta caer en el pavimento.
La industria del entretenimiento es el mayor fabricante de este tipo de contenidos, debido a que brindan al espectador una gran gama de emociones que los llevan al borde de la butaca.
Notimex
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