Francia.- Aunque el flechazo ocurrió desde su nacimiento en 1946, el idilio que el prestigioso festival de Cannes mantiene con el cine mexicano se ha intensificado en los últimos años con una lluvia de premios que impulsaron las carreras de sus directores.
El romance arrancó con el triunfo de la folclórica 'María Candelaria' en esa primera edición del certamen francés y continuó con los galardones a películas mexicanas de Luis Buñuel.
Casi cuatro décadas después, Alejandro González Iñárritu retomó la relación con el reconocimiento de la crítica que logró en 2000 con 'Amores perros' y el premio al Mejor Director en 2006 por 'Babel'.
Pero el cenit llegó con los dos premios consecutivos al Mejor Director logrados en 2012 y 2013 por Carlos Reygadas ('Post tenebras lux') y Amat Escalante ('Heli'). La hazaña de estos dos cineastas con sus crudos retratos del México más violento consolidó la relación entre el país y Cannes, donde este año Guillermo del Toro ('Hellboy') ocupará un asiento del jurado y 'Chronic', del mexicano Michel Franco, será la única película latinoamericana en la selección oficial.
Más allá del oscarizado González Iñárritu ('Birdman'), ¿han logrado estos distinguidos premios franceses propulsar las carreras de los cineastas independientes mexicanos?
"Honestamente, los premios no impulsan a ningún lado, ni atrás ni adelante. Es un reconocimiento, eso es todo", zanjó el controvertido Reygadas cuando recibió el galardón. El 'enfant terrible' del cine mexicano es escéptico acerca del 'efecto Cannes', pese a ser un consentido del festival, pero otros directores reconocidos en la Croisette no dudan en celebrar el cambio que supuso para sus carreras.
Rifados para series en EU
El propio Escalante, por ejemplo, no olvida cómo la filmación de su laureada película sobre narcoviolencia 'Heli' se demoró un año porque no lograba financiación. Nada de esto le ocurre ahora que necesita poco más de un millón de dólares para filmar 'La región salvaje', otro duro retrato sobre el machismo mexicano.
"Hemos tenido más agilidad y más interés en financiar la próxima película y también ha habido ofertas de otras cosas que surgen, en parte, por el premio. Pero nada que a mí me haya convencido al 100%", dice a AFP el joven cineasta, de 36 años.
Escalante se refiere a las propuestas que le han llegado para filmar cortometrajes, anuncios de refrescos y bebidas alcohólicas o los guiones de largometrajes por encargo que le han enviado desde Estados Unidos, donde también le han ofrecido dirigir series.
Algo similar le ha ocurrido a Diego Quemada-Díez, el director del drama migratorio 'La jaula de oro' que, desde que fue ovacionada en Cannes y ganó el premio para su joven elenco amateur en la categoría paralela Una Cierta Mirada en 2013, ha recogido más de 70 premios en todo el mundo. "La película no se hubiera hecho sin el apoyo del festival de Cannes", reconoce Quemada-Díez a AFP, asegurando que fue sólo después de estar avalada por el Atelier de guión del certamen cuando empezó a recibir ofertas de financiamiento. Este español nacionalizado mexicano, de 46 años, se enfoca ahora en la escritura de su próximo filme, un 'thriller' político, que no le deja espacio para siquiera valorar la oferta que le hizo el canal estadounidense HBO para hacer una serie ni la del par de películas por encargo que le llegaron de Hollywood.
Gestionar la presión
Lo paradójico del caso es que las películas alabadas por los selectos críticos de Cannes tienen una distribución pobre en México. Para poder ver la 'La Jaula de oro', los mexicanos tuvieron que esperar un año y 'Heli' apenas tuvo 30 copias en todo el país.
"Los premios no necesariamente son una gran ayuda para la taquilla pero, por haber ganado, siento que en algún momento me puedo ir a dar clases a un lugar y eso me tranquiliza un poco", ironiza Escalante.
Considerada más radical e 'indie' que la oscarizada camada de González Iñárritu y Alfonso Cuarón, esta generación de jóvenes cineastas mexicanos trata de lidiar ahora con las altas expectativas que ahora generan sus próximos proyectos.
"Para mí, ganar con mi primera película fue un sueño hecho de realidad y me encantaría volver, pero ahorita toca volver a empezar. Haber ganado una película no te garantiza que puedas volver a Cannes", admite Quemada-Díez.
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