Productores españoles y mexicanos han explorado hoy fórmulas de colaboración en el foro "189 maneras de hacer cine", que ha servido para presentar en España la ley de incentivos fiscales (Ley 189) mediante la cual México ha duplicado su número de producciones en los últimos ocho años.
Si en 2005 se produjeron 53 títulos, el año pasado esa cifra alcanzó los 130, mientras que las películas estrenadas han pasado de 25 a 68, según datos expuestos por Jorge Sánchez, presidente del Instituto de Cine Mexicano (IMCINE).
En la jornada, organizada por la Fundación Santillana, la embajada de México y el festival de cine Nocturna, se ha lanzado el guante a los productores españoles para que aprovechen estas ventajas fiscales a través de las coproducciones, que a día de hoy se producen con una frecuencia de cinco o seis al año de media.
El sistema mexicano, aprobado en 2006, permite a cualquier inversor -no sólo productores- invertir un 10 % de sus impuestos en una película, con un tope de 20 millones de pesos en la producción y de 2 millones en la distribución.
"Es un modelo más sencillo que el nuestro", ha señalado a Efe el productor Gerardo Herrero, que ya aprovechó esas ventajas con "La Jaula de Oro" (2013), premiada en Cannes, y en la actualidad está cerrando la financiación para otra coproducción, de la que aún no quiere adelantar detalles.
"El incentivo español para inversores es una locura. Se hace a través de una AIE (agrupación de interés económico), en la que hay muchos intermediarios que se quedan con dinero. El mexicano es más directo y es un modelo más lógico", agrega.
Aunque en diciembre pasado el sistema español se modificó en cuanto a los topes de desgravación al alza, pasando del 18 al 20 % para el primer millón de euros, en opinión de Herrero, queda pendiente revisar el modelo en sí, que se hizo copiando el de astilleros y barcos.
Enrique Rivero, productor y director mexicano ("Parque vía", "Mai Morire"), ha coincidido en el diagnóstico y ha contado que él mismo intentó levantar en España su proyecto actual, "Pozoamargo", una coproducción que protagonizará la española Natalia de Molina, pero la complejidad del sistema le obligó a irse a México.
"Admiro a los productores españoles por ser capaces de hacer una película aquí. El sistema es muy complejo y muy lento, hay que ser ingeniero financiero", ha lamentado.
"Gracias a la Ley 189 he logrado levantar mis tres películas. Si hubiese dependido de la ayuda española, no habría salido o se habría quedado en un proyecto de cuatro amigos", ha añadido.
Entre los participantes en el foro estaba también Enrique López Lavigne, el productor de Juan Antonio Bayona, en su caso para interesarse por la legislación mexicana.
"Fuimos pioneros en cruzar el charco", dijo en referencia al desembarco en Estados Unidos de directores como Juan Carlos Fresnadillo, Nacho Vigalondo o el propio Bayona. "Pero hemos estado menos pendientes del mercado latino", admitió, dispuesto a corregirlo.
Mónica Lozano, productora del primer éxito de Alejando González Iñárritu, "Amores perros" (2000), y de "No se aceptan devoluciones" (2013), la película más taquillera de la historia de México, participó en las negociaciones para modificar la ley y cree que los incentivos han tenido "una repercusión muy favorable".
"El cine mexicano estaba desapareciendo y se ha recuperado", ha dicho, tras aportar el dato de que en 1997, el momento de mayor crisis del cine mexicano, se produjeron siete películas, frente a las 130 del año pasado.
"Ahora lo que hay que abordar es el acceso al mercado y la distribución", añadió a Efe la productora, inmersa en estos momentos en las preventas de "El Elegido", coproducción que dirige el español Antonio Chavarrías sobre el asesinato de Leon Trotsky.
Lorena González, directora del Instituto de Cine de España (ICAA), reconoció que el sistema de incentivos fiscales español "tiene que desarrollarse y mejorar", al tiempo que recordó que por primera vez existe una desgravación específica del 15 % para rodajes extranjeros.
EFE Madrid
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