El director colombiano Ciro Guerra consideró hoy aquí como "un gran honor" que su cinta "El abrazo de la serpiente" tome este año la bandera del cine latinoamericano.
La película, nominada al Oscar a mejor cinta extranjera y a los Spirit a lo mejor de cintas independientes, fue presentada con gran expectación y sonoros aplausos en el festival de Sundance, donde tendrá otras proyecciones.
"El abrazo de la serpiente" fue rodada en blanco y negro y es narrada desde la óptica de indígenas, lo que rompe con la tradición de historias basadas en exploradores, además de revalorar a esta comunidad. La producción se sumerge en dos diarios de viajeros europeos que recorrieron el Amazonas en el siglo XX, en busca de una planta mítica para los pueblos aborígenes, y de cuyas tradiciones se sirve Guerra como hilo conductor de la historia.
La cinta ganó el "Art Cinema Award" en la Quincena de Realizadores del prestigiado Festival de Cannes y Guerra fue nombrado como uno de los 10 mejores directores por seguir por Variety. "Con honestidad esperábamos que la película llegara hasta la última fase por las nominaciones, pero cuando fue la primera en ser anunciada entre los nominados al Oscar nos volvimos locos", recordó con emoción.
"Pero desde que la hicimos sentía en mi corazón que se estaba haciendo algo especial y mi corazón no se equivocó", declaró a Notimex. Señaló que se han quedado impactados porque esta cinta además de ser la primera vez que Colombia es nominada al Oscar, fue la única de todas las propuestas de Latinoamérica. "Este año fue increíble en nuestra región, se hicieron grandes producciones y por eso es un gran honor la postulación", insistió.
Guerra se mantiene con una intensa actividad de promoción de la película con su llegada a Estados Unidos para la proyección en el festival de Sundance, el más importante de las películas independientes. Después tiene planeado asistir al almuerzo de los nominados al Oscar, hacer labor de cabildeo y de exposición de la cinta ante miembros de la academia como una forma de ganar votos. "Sabemos que la industria es así. Una película no se defiende por si sola. Se tiene que hacer una labor de promoción y de presencia y a eso nos estaremos abocando en las próximas semanas", anotó.
"Como toda película le tienes fe y esperas lo mejor, pero cuando termina el proceso no sabes qué va a pasar; es como meter un mensaje en una botella y lo tiras al mar y no sabes si alguien lo va a encontrar o a recibir", comparó. Sobre la historia de indígenas, expresó que se está en un momento en que la gente está abierta a escuchar historias como estas. "La película toca temas que alcanzan la espiritualidad. En el mundo se vive tanta violencia, odio y xenofobia que mucha gente está en busca de lo espiritual y estas historias les llegan al alma", dijo.
El proceso de pre-producción y rodaje duró tres meses y participaron unas 40 personas de afuera y unas 60 de las comunidades indígenas que en esa área llegan a hablar 18 idiomas o dialectos diferentes. Sobre el panorama de los latinos en Hollywood, el cineasta, de 34 años y con tres películas en su carrera, consideró que se vive uno de los más grandes momentos en esta industria. "Siento que se ha abierto una puerta muy grande para la gente de Latinoamérica, cada vez hay más cineastas con mejores cintas en las grandes industrias", destacó.
"He sido invitado a participar y estudiar en nuevos proyectos. Es el resultado del trabajo que se viene haciendo en el cine latinoamericano", indicó, sin dar detalles. "Me gustaría radicar en Hollywood si me lo ofrecieran, pero en principio la mayoría de mis proyectos los tengo considerados para hacerlos en mi país", concluyó.
Notimex
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