Una road movie en blanco y negro con aires de nouvelle vague ha ganado el Ariel de Oro a la mejor película. Güeros, de Alonso Ruizpalacios, ha triunfado en la noche que celebra lo mejor del cine mexicano. Partía como gran favorita con 12 nominaciones. Al final obtuvo cinco: sonido, fotografía, ópera prima, director y película. La historia de cuatro jóvenes que recorren la Ciudad de México en busca de un músico olvidado había cosechado muy buenas críticas en el extranjero. Esta noche consiguió ser profeta en su tierra. Los 161 miembros de la Academia la eligieron en una gala cargada de mensajes políticos en recuerdo a los jóvenes desaparecidos de Ayotzinapa y de peticiones al Gobierno para que no recorte los incentivos fiscales para producir cine.
“En el extranjero me dicen que es en México donde están ocurriendo cosas. Eso me ha hecho sentir orgulloso de pertenecer al cine mexicano. Me parece que los recortes presupuestarios son una estupidez”, dijo Ruizpalacios al recibir el galardón al mejor director. Blanca Guerra, la presidenta de la Academia, había enviado un mensaje similar al presidente Peña Nieto minutos antes. “Defienda el cine mexicano ante las importaciones de Estados Unidos. El cine es embajador de la cultura de México”.
Prácticamente todos los ganadores de la ceremonia han hecho referencias a las dificultades que enfrentan para producir sus películas. Como suele suceder con los premiados con el Ariel, Güeros es desconocida para la mayoría de los mexicanos. Triunfó en los festivales de Berlín y San Sebastián casi un año antes de que llegara a las salas nacionales. Cuando lo hizo, vendió solamente 11.200 boletos y recaudó 630.000 pesos en su primer fin de semana (la cabeza de la taquilla ese fin de semana de marzo sumó 56 millones de pesos y cerca de un millón de boletos vendidos).
“La cuota del 10% de salas para películas mexicanas en los cines es injusto e insuficiente”, dijo Guerra al inicio de la ceremonia. La presidenta de la Academia ha pedido romper la camisa de fuerza en un año en el que el país produjo 130 películas, la segunda cifra más alta en la historia de la industria. “Las mejores salas y horarios las acaparan las películas de Estados Unidos, que manipulan el gusto de los mexicanos”, dijo.
La gala del Ariel sirve de semillero para los futuros talentos del cine mexicano. Aquí ganó Guillermo del Toro, Alfonso Cuarón, Alejandro González Iñárritu y Emmanuel Lubezki antes de que migraran a Hollywood.
Esta noche, en la edición 57, se premió a Rigoberto Perezcano por su guion de Carmín Tropical, una película que triunfó en el festival de cine de Morelia y que hoy tuvo una noche mucho más discreta de lo que se esperaba.
El español Óscar Jaenada, el gran favorito para llevarse el premio a mejor actor tras darle vida al cómico Mario Moreno en el biopicCantinflas, se fue a casa con las manos vacías en una de las sorpresas de la velada. En su lugar triunfó Juan Manuel Bernal por interpretar al padre Ángel de la Cruz enObediencia perfecta, una historia de abusos sexuales en un seminario inspirados en los delitos de Marcial Maciel. Sebastián Aguirre, que actuó como uno de los jóvenes agredidos sexualmente, fue nombrado revelación masculina.
La Tirisia, un drama sobre dos mujeres que quedan embarazadas del mismo hombre, ha sido galardonada por sus potentes actuaciones. Adriana Paz fue premiada como mejor actriz y Noé Hernández como actor secundario. La legendaria actriz Isela Vega, también gano como actriz de reparto por Las horas contigo, de la debutante Catalina Aguilar Mastretta.
Bertha Navarro, una cineasta determinante para el cine mexicano moderno, recibió el Ariel de Oro en reconocimiento por su carrera. Comenzó produciendo documentales para Paul Leduc, pero hacia la década de los noventa comenzó a producir para un joven cineasta de Guadalajara llamado Guillermo del Toro. “Sin duda es culpa de ella que yo haga cine”, ha reconocido el director. Le produjo Cronos, su ópera prima, en 1992; El espinazo del diablo (2002) y El laberinto del fauno (2006), que ganó ocho Arieles y una veintena de premios en todo el mundo. “El cine es el conjunto de muchos talentos, nadie puede hacer cine solo”, dijo la productora.
La incursión en el cine de Emmanuel del Real, músico del populargrupo Café Tacuba, ha sido reconocida por la Academia. Meme, como lo llaman, ganó el premio junto a sus hermanos Renato y Ramiro por la composición musical de Las oscuras primaveras. “Gracias al director por sacarme de mi zona de confort”, dijo del Real, que lleva 26 años como integrante de una de las bandas más afamadas del rock mexicano.
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