MÉXICO, DF.- Según la Agencia de Relaciones Unidas para los Refugiados, el año pasado, 14 mil mexicanos pidieron asilo político al gobierno estadounidense para huir de la violencia, 39 por ciento más que en 2013.
Así, en 2009 y 2010, llegaron a Estados Unidos los periodistas Ricardo Chávez Aldana y Alejandro Hernández Pacheco, quienes dejaron Ciudad Juárez al ver en peligro su vida por ejercer su profesión. Hoy viven exiliados en Texas.
Chávez Aldana trabaja de mesero en un restaurante de El Paso. En Ciudad Juárez, fue amenazado por cubrir nota roja relacionada con el Cártel de Sinaloa, el Gobierno Federal y el Operativo Conjunto Chihuahua; además, dos de sus sobrinos fueron asesinados en la entidad.
Alejandro Hernández huyó después de ser secuestrado por el crimen organizado en 2010, para obligar a la empresa en la que trabajaba, Televisa, a exhibir algunos videos amenazando a otro cártel, cosa que la televisora no hizo, y por ser expuesto, días después, por el entonces secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, en una conferencia de prensa donde presumió que el gobierno federal lo había rescatado, cosa que tampoco pasó.
Ambos casos son abordados en El Paso, documental del cineasta mexicano Everardo González, que formó parte de la selección oficial del Festival Internacional de Cine de Morelia, que finaliza hoy.
Para el cineasta, éste es uno de los muchos testimonios de la época y la situación en la que vivimos y que registra a manera de documental para las siguientes generaciones.
A lo largo de su carrera como director de documental, Everardo González ha retratado la vida de aquellos que asisten a la pulquería La Pirata, en La Escandón -La canción del pulque, 2003-; la generación de ladrones de la década de los sesenta -Los ladrones viejos: Las leyendas del artegio, 2007-; la vida de Monseñor Romero, defensor de los Derechos Humanos en El Salvador -El cielo abierto, 2011- y la resistencia de los pobladores de la Sierra de Coahuila ante la sequía y el entrono social -Cuates de Australia, 2011.
En su último trabajo, el documentalista aborda una problemática que persiste en México, donde se registraron 326 agresiones a periodistas en 2014, el 56 por ciento de ellas atribuidas al Estado. Esto es, cada 26.7 horas se agrede a un miembro de la prensa.
Para Everardo González, egresado de la carrera de Comunicación Social por la Universidad Autónoma de México y de Cinematografía del Centro de Capacitación Cinematográfica, su formación social lo ha hecho dedicarse a la realidad en el cine y no a la ficción, aunque estos filmes a veces sean incómodos para un sector de la sociedad.
La era del cine digital ha incorporado a historiadores, periodistas, antropólogos, etnógrafos y demás profesionales en el mundo cinematográfico, explica el director, y ahora alguien con un celular puede documentar lo que hay a su alrededor.
Sin embargo, González cree que para que el documental crezca México necesita tener un mayor acceso al arte que no sea el arte del mercado, entender mejor lo que quiere decir un documental y tener una mejor distribución.
"La exhibición responde a leyes de mercado. El documental propiamente no es un hacedor de dinero. No tiene grandes luminarias, no tiene elencos, no ofrece el glamour que ofrece el cine de ficción ni tiene campañas mediáticas", comenta.
El documentalista ve a los festivales de cine como una oportunidad para llegar a esos lugares donde el cine no comercial no puede llegar tan fácilmente.
"Los festivales son como un aparador para que el público se acerque a verlas, pero también para que la gente que está relacionada con el mercado cinematográfico las vea y se pueda negociar su venta o exhibición en otro festival u otros países", añade.
Después de su participación en el Festival Internacional de Cine de Morelia, El Paso se proyectará el 7 de noviembre en el Centro Cultural España, en la Ciudad de México, presentado por la periodista Carmen Aristegui y Carlos Spector, abogado defensor de los periodistas exiliados.
Este año, en el Festival de Cine de Morelia concursaron 55 cortometrajes, 12 documentales, 13 obras de cineastas michoacanos y 10 largometrajes de otros estados.
Se estrenaron 40 películas nacionales e internacionales, con el Reino Unido como país invitado.
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