Lo impresionante del cine es que siempre habla en tiempo presente. Se queda congelado y el tiempo pasa para el mundo, pero la película se queda fija. Consecuentemente, es impresionante ver el testimonio gráfico de la Revolución, que da una dimensión muy diferente a la que pueden dar los libros, la fotografía o la prensa.
Así se expresó el doctor Aurelio de los Reyes García Rojas, del Instituto de Investigaciones Estéticas de la UNAM, galardonado en noviembre pasado con el Premio "José C. Valadés", a la Trayectoria en el Rescate de Memorias y Testimonios por el Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México (INEHRM).
Entrevistado por Notimex, acotó que, como se decía en aquellos años, "las figuras cobran vida en el cine". "De hecho, es sacarlas del congelador que es la película, el proyector las saca de su cárcel de celuloide y las proyecta en el cine y una vez en la pantalla adquieren otra vez vida y se convierten en testimonios muy impresionantes", añadió el experto.
Desde su perspectiva de compilador, señaló que el filme y la narración que él hace es "un poco larga", pero atractiva para todo público. "Por eso ha sufrido esta película, porque los camarógrafos de entonces permanecieron impermeables al desarrollo del lenguaje cinematográfico e hicieron tomas muy largas", dijo enseguida.
Subrayó que "los camarógrafos de la época estaban inmersos en su educación positivista. "El cine llegó al mundo y a México como una ciencia, y como tal no puede engañar, sino mostrar la verdad.
Ellos captaron la Revolución con ello, una imagen verdadera del momento que estaban viviendo y el hecho que estaban grabando". Así, los camarógrafos dejaban correr la cámara el mayor tiempo posible para captar la totalidad del acto, y mientras más largo, se sabía que el reflejo de la realidad sería más fiel, al quedar plasmado en la película con todos sus detalles; la historia, los libros y la prensa han dado sus versiones, pero el cine, en la Revolución, nos dice cómo fue todo".
El entrevistado se refirió entonces a una interesante narración, simultánea a la proyección de su antología fílmica de la Revolución Mexicana que va de la dictadura de Victoriano Huerta a la rendición de Francisco Villa, que ofrecería esta tarde en su calidad de uno de los especialistas más importantes de la historia fílmica de México y Latinoamérica.
"Son alrededor de siete películas, unas largas y otras cortas, pero todas reveladoras, sobre diversos acontecimientos, entre ellos la Militarización de la Preparatoria, la inauguración del Sanatorio Urrutia por parte de León de la Barra, la rendición de Francisco Villa, y una revista que Villa pasa a sus tropas en Chihuahua", explicó un entusiasta De los Reyes. Antes de ingresar al patio principal de la sede del INEHRM, donde ofreció la charla al tiempo que corría la cinta con el piano de José María Serralde como acompañamiento en vivo, De los Reyes dijo que se trata de un intento de reconstrucción de hechos destacados en ese periodo histórico de México.
Originalmente, explicó el maestro, presentó este ejercicio que amalgama cine, historia y música, en un Festival de Cine Mudo de Italia. "Los organizadores se me acercaron para decir que deseaban dedicar a México una sesión especial. Inicialmente investigue en la Filmoteca de la UNAM el fondo de los Hermanos Alva, reconstruyendo varias cintas". Por los días en que De los Reyes estaba dedicado a la reconstrucción de cintas, la doctora Alejandra Moreno Toscano cedió el Fondo Fílmico del Ingeniero Toscano, su ancestro, a la Filmoteca de la UNAM.
"De esa forma uní ambos fondos y completé una antología que luego de presentarse en Italia he llevado por diferentes foros de México", subrayó. Tras lo anterior De los Reyes, uno de los especialistas más importantes de la historia fílmica de México (aunque ha realizado diversas investigaciones sobre otras etapas de la cinematografía nacional, el periodo silente es el que más lo cautiva) se dirigió a saludar al público que lo esperaba por su charla "El cine mudo durante la Revolución Mexicana".
El autor de "Los orígenes del cine en México" estudia la historia del cine mexicano en el periodo 1910-1940 para conocer la imagen de la Revolución Mexicana desde su inicio hasta su conclusión. Descubrió en sus investigaciones que esta dividida en dos periodos: El primero, de 1910 a 1915, se caracteriza por documentar el movimiento armado.
Durante el segundo, de 1916 en adelante, se soslayaron los hechos y se apoyaron en los argumentos literarios. En este estudio de cuatro décadas del cine nacional, halló que la Revolución, en lugar de ser obstáculo para el cine, fue una motivación. "Fueron llevadas a la pantalla batallas, actos políticos, personajes, desastres naturales y vida cotidiana".
El cine permitió el registro de acontecimientos trascendentales para el país durante esos años, es decir, un tipo de reportaje informativo acerca de temas como desastres naturales, algunas celebraciones patrióticas y filmaciones del presidente Díaz en su visita a diversos lugares del país.
Entre los cineastas pioneros se encuentran Salvado Toscano y Jesús Hermenegildo Abitia, cuyas cámaras siguieron algunos de los momentos más importantes de los meses finales del gobierno de Porfirio Díaz y los inicios de la revolución maderista. "Estos dos pioneros continuaron filmando aspectos de la Revolución en los años siguientes", acotó.
Notimex
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