Lyon (Francia), 16 oct (EFE) – El cineasta estadounidense Martin Scorsese recibió el pasado 16 de octubre un emotivo tributo a su carrera cinematográfica al recoger el Premio Lumière en Lyon, la ciudad donde hace 120 años nació el séptimo arte.
La actriz mexicana Salma Hayek fue la encargada de entregar al cineasta el galardón en el que figura una de las tapas de los primeros rollos de película de los hermanos Lumière, creadores del primer cinematógrafo.
Un amplio elenco de actores y directores de cine, entre los que se encontraban Géraldine Chaplin, Jean Pierre Jeunet y Max Von Sidon, además de su mujer y su hija, arroparon al director italo americano mientras recibía la calurosa ovación de las 2.500 personas que abarrotaron el anfiteatro del centro de congresos.
“No sé si voy a sobrevivir a esto”, comenzó diciendo Scorsese al agradecer el premio del Festival creado para “celebrar de verdad el cine” en el “lugar donde empezó todo”.
El director hizo de su discurso un alegato en defensa de la conservación y la restauración del patrimonio mundial del cine, labor en la que trabaja desde hace 25 años la Film Foundation, entidad que él fundó para “tratar de cambiar la mentalidad de Hollywood” hacia la industria cinematográfica del resto del mundo.
Tras su alocución, en la que también alertó de los peligros que corren los jóvenes de hoy en día al verse expuestos a imágenes en todo tipo de soportes las 24 horas del día, Scorsese presentó la proyección de la película “Taxi Driver”.
Scorsese, de 72 años de edad, es el séptimo laureado con el Premio Lumière. Sucede en el palmarés a Clint Eastwood, Milos Forman, Gérard Depardieu, Ken Loach, Quentin Tarantino, y Pedro Almodóvar.
Horas antes de recibir el homenaje del Festival lionés, el director de clásicos como “Toro salvaje”, “Casino” o “Infiltrados”, película esta última que le valió el único Oscar de su carrera, dio una clase magistral ante otro abarrotado auditorio, el Teatro de Celestins.
Scorsese contó que su pasión por el cine nació debido al asma que padeció cuando era niño: “En aquella época los doctores te decían que no podías correr, ni reír, ni salir a la calle, ni subir a los árboles, así que mis padres como no sabían qué hacer conmigo me llevaban mucho al cine”.
El cineasta explicó que está embarcado en dos proyectos: una serie que coproduce junto a Mick Jagger para HBO, “Vynil” sobre el mundo de la música en NY en 1973, y la película “Silence”, que quiso hacer hace años pero no pudo por problemas con los derechos de autor del libro sobre la vida de dos jesuitas en el Japón del siglo XVII en que se basa.
Asimismo, confirmó ante un público entregado a su figura que va a volver a trabajar con Robert De Niro, uno de sus actores fetiche, en un filme que se llamará “The Irish Man”, para el que señaló que ya están tratando de compaginar sus agendas, además de buscar financiación.
El Festival de cine Lumière, dedicado a los clásicos del cine, dedicó este año varios ciclos entre los que destacó Viva México con la proyección de cinco filmes de los años 40, 50 y 60 del siglo pasado entre los que destacan “Distinto Amanecer” de Julio Bracho, o “Enamorada” de Emilio Fernández.
Esta edición, que se inauguró el lunes y finaliza este domingo, también rindió un caluroso tributo a Sophia Loren y homenajeó a la actriz Géraldine Chaplin, al director de los estudios Disney y Pixar, John Lasseter y al cineasta danés Nicolas Winding Refn.
La presencia de Scorsese en Lyon coincide con el homenaje de la Cinemateca de París, que le dedica una exposición que se puede visitar hasta el 14 de febrero.
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