FRANCISCO PAYÓ GONZÁLEZ
DIRECTOR
Por:
Magnolia Flores Tapia
En esta
ocasión es un placer para mi poderles presentar a Francisco Payó González, un
joven director de cine, que participó en el 2008 en el XXII Festival Internacional de Cine de
Guadalajara con su cortometraje Floppy, historia
que cuenta con elementos como amistad, redención, decadencia, fantasía y
dramatismo mezclados de una manera por demás interesante. Y en medio de una
platica cómoda, sincera y llena de risas y espontaneidad nos cuenta un poco de
su trayectoria, sus experiencias, el surgimiento de Floppy, gustos personales y
proyectos venideros, pero no le cuento más amigo lector, lo invito más bien a
que se ponga cómodo y conozca un poco de Payó y por supuesto lo invito también
a que disfrute de Floppy, puede
disfrutarlo tan solo con ingresar a Cortos
On line aquí en nuestro portal o directamente con el recuadro al final de
la entrevista.
¿Desde cuándo te gusta el cine, tanto como espectador
como para ya decir “me quiero dedicar a esto”?
Desde muy chavito
me empezó a gustar mucho el cine, cuando ves a los 8 años Star Wars es muy
difícil que no te empiece a traumar mucho el cine, y ya más que decir que me
quiero dedicar es como una lucha de llegar a ser o de quererte meter en ese
esquema de querer hacer cine, de repente conforme vas creciendo por ejemplo
aquí en Guadalajara aunque han pasado cosas muy importantes, todavía en los 80
o 90 era un poco incierto en donde meterte o a donde tirarle y de chavito empiezas
a alimentar tu propio gusto, empiezas a ver todo el cine posible a cultivar
cierto cine que te gusta un poquito más , tomando clases aquí y allá, pero
sobre todo colándote a producciones y eso yo creo que esa es como la pruebita
de fuego (sic), porque a mucha gente le puede gustar mucho ver películas, les
puede encantar, pero puede ser que no te guste estar en un set trabajando o el
ritmo de la producción y lo bonito fue que descubrí que me gustaba todavía más,
incluso a veces aparte de lo bonito que quieres contar al final, también lo
haces porque es apasionante el proceso.
¿Cuáles fueron tus primeros trabajos en los que te viste
involucrado ya en producciones profesionales?
Pues ya más
profesionalmente trabajé en la película “Puños Rosas” de Beto Gómez como asistente de producción y a partir de ahí a raíz de la amistad que
hay con Beto comenzamos a trabajar más tiempo juntos y empecé a involucrarme un
poquito en esta cuestión de cómo un buffette, cada quien agarra todo lo que
quiere, como no hay una industria formalmente en México terminas siento co –
productor, diseñador de publicidad, relaciones publicas, aval financiero,
creativo y a final de cuentas tienes que salir a cámara porque un extra no
llegó, en ese sentido yo creo que fue el primer trabajo que ya marcó la
diferencia entre estar luchando por meterte a dos tres producciones. Aunque en
ese proceso también hay mucha gente importante para mi, una de ellas es Daniel
Varela que fue el primero que en realidad me dio una clase de cine, real, y que
sobre todo daba las clases no solo en el sentido del conocimiento sino de la
actitud, autocrítica. Otro fue Rigo Mora con quien también estuve trabajando un
tiempo.
Pero la película
que ya marca un punto en el que ya te estas aventando como con más seriedad,
con el afán de poderlo volver un día una profesión es con “Puños Rosas” y
termina el rodaje de la película y también me involucro con Beto en la
producción del video “Nalguita” de Plastilina Mosh y me involucro también mucho
con él en el lanzamiento de la película, muchas cosas que si te quedas cruzado
de brazos pues no van a pasar y a partir de ahí pues trabaje después en “Voces
Inocentes” haciendo el detrás de cámaras y digamos que a partir del final del
2004 hasta ahorita he estado más involucrado en la creación de guiones de
largometraje, hay uno que ya logramos filmar hace unas semanas que se llama “El
Soldado Pérez” y durante ese proceso fue
en el que nació “Floppy” , en medio de todo esto, del proceso de escritura de
guión de largo, un guión de largo te puede llevar 3 años para que llegue a una
consistencia que valga la pena levantarlo, para que tenga verdadera carnita
(sic) y estructura, y durante todo ese proceso surgió la necesidad de contar
algo, siempre me han gustado también las historias breves, no era el afán de
contar un corto, había una historia y que funcionaba en el formato cortometraje
y mientras estamos levantando estos proyectos un tanto complejos, levantemos
uno más sencillito, pero resulta que no hay cortometraje sencillo … y dijimos
oye está muy fácil son dos tipos ahí sentados, pero uno es un conejo (risas). Y
hay varias dificultades, dices no me voy a complicar la vida lo voy a hacer en
una sola locación pero tiene que ser “la locación” no puede ser el cualquier
escalera… como todo pasa ahí que ser perfecto, fue un proceso muy arduo no solo
el casting, sino el famoso scouting de
repente nuestra vida era ver casas.
¿Cómo surge la idea de “Floppy” y sobre todo cómo te inspiras para tus
historias?
Básicamente a mi
siempre me han gustado las historias… en el fondo creo que soy muy tradicional
pero luego en apariencia también las historias que uno puede o le gusta contar
trae como una envoltura muy fantástica, o sea a mi me interesa una historia de
amistad, pero si el otro personaje es un monstruo pues mejor, que sí estés
contando las clásicas historias que se han contado siempre pero crear ese
girito (sic) y un tema que lo tengo como un constante es la redención en el
sentido tanto de luchar por ella ó de estar fuera de ella ó de tener esa
sensación de que hay una oportunidad, y en Floppy era un poquito eso, primero empezó como un
chistecito de… imagínate a un tipo que
se está intoxicando de esta manera y con una profesión que la ha ido relegando
el mundo, era un personaje relegado por el mundo, con muchos demonios y tengo
como un gusto muy personal por el cine fantástico, lo terriblemente realista
como que no me llama mucho la atención, pero lo que pasa dentro de la historia
sí me interesa que te la creas, que sí estés viendo que está pasando algo con
los sentimientos de ellos. La idea era como contar una historia de dos amigos
en un momento decisivo de su vida y que define para siempre qué es lo que va a
pasar con ellos, y también me interesaba que fuera una historia que me
interesara levantarla, filmarla, que
llegara el momento de decir ya quiero que llegue el momento de realizar esta
imagen, entonces por lo mismo que sea un
conejo, que no sea humano que hable (risas), que haya un reto, y que sea más
divertido lograr eso, y también yo creo que hay una parte como inconsciente que
no fuera una historia chistosa de las que te estas riendo cada 5 min. No que te
rieras del personaje sino que te metieras en él. En incluso estaba el riesgo de
que pareciera un corto a favor o en contra de las drogas, cuando la droga es
puesta ahí como un detonante dramático que permite acelerar el proceso y dar
como una serie de eventos que de otra forma si pones a un tipo que se abandona
solo y su único vicio es la soledad pues pasan 5 horas y todavía no ve al
conejo (risas), aunque también hay un poquito de mala leche porque de repente
parece haber ahí un atisbo de esperanza y pues es como una prueba agridulce, se
trataron de meter capitas (sic) ahí en el corto.
¿Y cómo fue que formaste el personaje del Mago, porque
está decadente pero no se ve tan mal, tan abandonado, como otros que suele
haber en pantalla?
Lo que queríamos
hacer era un adicto más cotidiano o más inmediato, más real, porque el otro que
es el más clásico está conducido para dar un mensaje, aquí nos interesaba más
el ver que lo más duro no era ver al tipo robando un coche o apuntando un arma
para robarse algo, sino, verlo solo y haciendo esto de una manera mecánica, en
pleno día. Y la idea era ver un personaje como un ángel caído o ver un
personaje como alguien que está en un momento en que se está en ese momento que
todo mundo tiene que estas a un paso del abismo
y puedes decidir si das un paso hacía adelante o hacía atrás y ese
personaje pues toma su decisión y ya si nos ponemos más clavados ya muy dentro
de todo esto es como estas personas que de pronto van saboteando su vida es
como este personaje que tomó su decisión de irse al fondo no hay una condena de
que si no se hubiera tomado esa droga estaría igual, no, él está ahí porque
tomó esa decisión, es un elemento dramático, es un medio no es el fin de la
historia.
¿Qué ha sido lo más gratificante y lo más difícil que te
trajo hacer “Floppy”?
Es muy chistoso
porque cuando se habla de eso de las dificultades si parecen muy fuertes pero
irónicamente también te ayudan porque la presión creativa no la sientes tan
fuerte (risas), de cierta forma como que te mantienen muy despierto, yo creo
que van de la mano, levantar un proyecto independiente o un proyecto en cine en
general es muy importante la enseñanza no solo es creativa sino también los
mismos golpes te hacen fuerte, en ese momento sí te endeudas hasta la camisa y
dejas trabajos por estar haciendo tu proyecto independiente, toda la gente que
también te está ayudando también hace sus propios sacrificios, eso es también
muy importante, a veces el directo habla de que sufrió mucho pero hay gente que
estuvo ahí desde antes ahí al pie del cañón, eso también es muy interesante. Yo
creo que lo gratificante es también ver el compromiso que adquiere mucha gente
alrededor de ti y la entrega que hacen es muy bonito levantarte un día y ver a todo
mundo trabajando en pro del proyecto y dices wow (sic) que lo están haciendo
por mero y vil amor al arte y eso es muy bonito porque se genera como una
familia dentro del rodaje.
¿Más o menos cuánto te costó rodar todo este
cortometraje?
Híjole no me
atrevería a dar una cifra porque la gran mayoría del corto se financio por
patrocinios entonces no sabría decirte el costo real, pero si estamos hablando
de varios cientos de miles de pesos que hubiera costado levantarlo porque bueno, lo hicimos cuidando todos los
estándares, no solo el hecho de que quedará en 35 mm, sino, cuidar todos los
procesos, fue un corto muy cuidadito (sic). El diseño de sonido la hizo Jaime
Baksht quien hizo el diseño de sonido de
El Laberinto del Fauno, de Hellboy, todo el equipo que esta detrás de la cámara
es un equipo muy profesional sí se cuidó mucho eso, pero sí, hacer cinito (sic)
sí, sí cuesta.
¿Cómo fue el proceso para conseguir el financiamiento?
Pues fue un
albur conseguimos un apoyo de la
secretaría de cultura y CONACULTA que dieron un apoyo a producciones
audiovisuales, un apoyo que en realidad no era mucho pero fue como nuestra marca de arranque
porque ya tienes que hacerlo, represento como una octava parte del presupuesto.
Y la misma sinergia de los proyectos que habíamos estado realizando te va en
lazando con distintas personas, instituciones, empresas que de alguna u otra
forma te empiezan a generar apoyo pero es muy chistoso porque terminas de rodar
pero no terminas de estar produciendo sigues produciendo post producción,
sigues estando 5 días antes de entregar el corto consiguiendo dinero para pagar
la mezcla o cosas así, en ese sentido eso de hacerlo independiente también
tiene su desgaste muy fuerte porque sí le trabajas yo creo que le triple pero
por otro lado si es un lujo increíble y una excitación muy fuerte de tenerlo
terminado y proyectarlo bajo los estándares que para ti son satisfactorios y
haberlo hecho dentro de esa maquinaria que por lo general se piensa solo si lo
sigues exactamente se puede, yo creo que afortunadamente uno se beneficia de el
trabajo de otros en el sentido de que mi generación ya viene apoyada por mucha
gente que ha hecho cine aquí en Guadalajara, tú ya llegas y dices soy de
Guadalajara y te encuentras con 2 o 3 caras de personas que ya han hecho cosas
destacadas acá en Guadalajara y eso ayuda muchísimo.
¿En una frase cómo nos describirías “Floppy”?
Yo diría la famosa
sinopsis que tenemos que es… Un mago adicto a la cocaína se enfrenta al dilema
de cambiar a su mejor amigo por una dosis más.
¿Floppy fue hecho en 35mm, sigues por el camino del 35 mm
o también harías digital…?
Lo que manda es la
historia, yo creo que esta historia en particular y no por una cuestión de pose
o de ego o de principios ni de nada se hizo en 35 porque era el formato, la
textura, la imagen y la calidad de imagen necesaria para tener esa sensación
orgánica que creo que el video todavía no nos puede dar , o sea, a mi si me
interesaba mucho ver esos detalles de las texturas, de los altos contrastes, de
la misma densidad de la imagen, era muy interesante tenerlo en 35. Yo si estoy
de acuerdo en que no te tienes que casar con un formato obligatoriamente, pero
este era un corto muy clásico. Si estas inscrito dentro de cierta tradición
irte por el video se hubiera visto como anacrónico, se hubiera visto raro, no
hubiera tenido este tipo de atmosferas. Y si te soy franco, si soy más fanático
de que le cinito es el cinito (sic), pero bueno, el video está mejorando a
pasos agigantados y lo que funcione mejor, yo he visto producción digital en
largometraje que si no te dicen nada tú juras que es 16 mm y películas en 35mm
que parecen hechas en video.
¿Hay algún elemento en el que tú pongas más cuidado,
porque hay personas que se toman más tiempo con la música, con la actuación, en
la imagen, etc.?
Pues a mí de
repente me obsesiona mucho la imagen, sí soy de esas personas que de repente
pueden mover un vasito 6 centímetros mas, que estas cuidando también lo que
esta en tercer plano, también te preocupa, me interesa también como al final si
estoy consiente de que son importantes el personaje y la historia, aun de todas
las ideas o sueños que traigas en pos de
la imagen si en ese momento necesitas cuidar la historia, pues que se
vea bien pero vamos con los personajes, no olvidarte que estas contando la
historia del personaje no hacer tomas raras que de repente distraen. Lo que más
cuido es que la historia se entienda, que sientas que entendiste la historia y
supiste lo que estaba pasando, porque aunque parezca raro hay veces que no.
¿Qué es lo que nos puede ofrecer Payó a diferencia de
todos los demás directores que hay?
No lo sé (risas),
no, no, eso sería muy pretencioso, creo que seguir buscando más que tener un
sello yo creo que tener más trabajo, es bien peligroso tratar de buscar un
sello porque entonces empiezas a repetirte, y lo que mas me interesa es poder
desarrollar una herramienta que pueda realizar comedia, terror. No limitarte a
decir “no, yo solo hago esto”, pero yo creo que lo que sí inevitablemente
quiero es cine de entretenimiento pero con contenido, me interesa que te
entretengas antes que nada y poder contar historias que también te interesen
que te prendan que te lleven a otro mundo, yo creo que eso es lo que más me
interesa, más que retratarte la realidad sórdida así tal cual, llevarte a otro
mundito (sic) con los elementos de este pero que entren en batalla en un
universo más cinematográfico.
¿Para ti qué significa hacer un corto?, muchos dicen que
es como el ensayo, otros que es una forma de contar una historia…
Es un aprendizaje,
aunque no quieras aprendes, o sea si lo haces bien lo vas a tener que aprender
a fuerza, pero este corto en particular lo veo como un fin en sí mismo, que
funcione que realmente me importe, a mi me interesaba mucho hacer Floppy por
Floppy no por lo que que pudiera pasar después, contar esa historia y ya
después vas viendo que más puede salir de ahí, pero lo primero es contar esa
historia.
¿Cómo surge el nombre de Floppy?
Pues era por buscar
un nombrecito (sic) más simpaticón, pegajoso, la fonética me gustó mucho algo
que pudiera parecer que lo decía un niño.
¿Qué está haciendo ahora Payó?
Bueno ahorita
acabamos de terminar de filmar la nueva película de Beto Gómez, se llama El
Soldado Pérez, donde hice el guión con él, estuvimos trabajando con el, empezar
a preparar algunas ideítas por ahí, no quiero decirlas porque se ceban, pero yo
creo que el año que entra empezamos haciendo una nueva película y los cortos
que por el momento y los siguientes años yo creo que van a esperar un ratito,
no, no sé, yo creo que viene un momento de estar escribiendo nuevos proyectos y
luchar por lo que venga.
¿Para Floppy ya se acabo el ciclo?
No, para Floppy
queda todo el año que entra, queda seguir moviendo el corto en todos los
espacios posibles tratar ahora de aventarlo ahora que ya terminamos la película
del soldado… ahora que ya hay menos tensión, que esta uno poquito más libre
tratar de moverlo ahora sí un poquito más afuera de México, tratar de
concentrar esfuerzos para llevarlo a dos o tres festivales importantes fuera
del país.
Has hecho cine en México D.F., en Guadalajara ¿cuál es la
diferencia que se puede encontrar?
Una diferencia
básica pues es la estructura que incluso la vez hasta en la publicidad, es un
mundo diferente pero en realidad ya hay un muy buen nivel ya en Guadalajara,
hay el suficiente crew como para
levantar una película con todos los puestos. Yo creo que lo que falta en
Guadalajara es concentrarse en historias que realmente le importe ver a la
gente, suena feo decirlo. Quizás hasta sacrificar un poco el lado actoral y
decir a ver realmente la gente quiere ver una película de una viejita azotada
que se esta muriendo (risas) digo, piensa en una película que cuando la gente
vea que está en el cine y esté la nueva de X- Men también quieran ver la tuya
dentro de toda proporción, yo creo que hace falta esa intención de buscar al
público en la ciudad de México quizás si
llevan ventaja en eso, ya hay un grupo de gente que sí esta concentrada en buscar
historias para la gente y aquí estamos jugando todavía un poquito al arte, a
que somos felices en un festival y ya con eso nos aplaudimos entre todos aunque
ya hay cosas muy honrosas que se están logrando pero fuera de eso talento y
ganas Guadalajara y México (D.F.) son partes de un mismo país, no hay
diferencias más que geográficas.
¿Qué crees que haga falta en México para que despunte el
cine como una industria de verdad?
Eso ya tendría que
decirlo gente que conoce mucho más a fondo y tiene mucho más callo (sic), pero
a lo que se dice, buenas historias y punto. Si no tienes una buena historia
aunque hagas todo, le metas todo no. Pero aquí hay, en este país hay.
¿Entonces, cuál sería una buena historia?
Que tenga los
elementos suficientes para generarle una identificación al publico, eso a veces
nos falla mucho a la gente, no voy a decir en México, ni en Guadalajara, pero
los que vamos empezando nos pasa a veces que se nos olvida le público porque
somos unos genios y el público nos tiene que entender y no es así, tú tienes
que hacer que la gente entienda tu historia, la gente no tiene porque sufrir
para entender tu historia, creo que eso es parte del proceso, entender que
estamos al servicio del publico y no al revés.
¿Cine de arte o comercial? Y ¿Por qué?
Comercial. Porque
es el de a de veras (risas), porque a veces en el cine comercial se pueden
contar historias mucho más profundas bajo otros símbolos, otros códigos, no
estoy diciendo que el cine de arte todo valga gorro, pero muchas veces se hace
cine de arte porque en realidad no saben contar nada, hay personas que hacen
cosas experimentales porque en realidad no saber contar algo de forma
tradicional, y porque es muy bonito, incluso hay una serie de consecuencias
mitológica de porque cine comercial entre comillas, lo hacen un verdadero espacio
de convivencia, hay un canal de comunicación, a veces se cree que solo es ir a
comer palomitas y ver las funciones, el cine comercial es el cine que realmente
cuenta cosas y no el de arte, el de arte a veces nada más está preguntándose
cosas, y ni siquiera tiene respuestas, entonces pa’ que (sic) (risas).
¿Hay algún director que te haya como influenciado?
Inevitablemente un director que me gusta
muchísimo es Spielberg, es fundamental de los que para mi importan y Sergio
Leone son los que más me llegan.
5
películas que sean como tus favoritas…
No son las favoritas favoritas porque yo soy
bien malo para los top ten, pero así
5 te diría “El Imperio Contraataca” “El padrino 2”, “Erase una vez en el Oeste”
y “Goodfellas”. Me identifico mucho con las historias, personajes, son
películas propositivas en lenguaje, en muchas otras cosas, pero al mismo tiempo
no son películas “videocliperas” a mi no me gusta el cine “videoclipero” (sic),
una película como “Transformers” no la
entiendo, aunque me gusta el cine comercial me gusta que me cuenten algo, no
nada más que me bombardeen de imágenes y no este viendo nada, para eso veo un
comercial de 20 segundos de zucaritas, me gusta lo fantástico, tengo cierta
formación de gusto clásico, si me empiezan a inclinar la cámara me gusta que la
enderecen por favor (risas).
¿Ha
habido alguna situación que te haya hecho decir “por aquí no es mi camino”?
Si sientes el verdadero gusto, te sientes vivo
haciéndolo todo es difícil, hasta las chambas que no te gustan son difíciles de
hacer.
Hiciste
un video musical; “Nalguita” de Plastilina Mosh, ¿nos podrías platicar algo
sobre esto?
Este videoclip lo produje, Beto lo dirigió y
pues es interesante hacer otro tipo de proyectos.
¿Cómo
ves la presencia que está tomando el cine hispanoamericano?
Híjole la verdad veces no estoy muy al tanto
del cine hispanoamericano, pero e el caso de México creo que cada ves se está
haciendo más cine que desde se está filmando ya tiene la ambición de ya
llegarle al publico, no solo de la terminamos y a ver quién la compra. Si todos
los años tuviéramos una película como “Arráncame la vida”, les guste o no les
guste a la gente va a ser muy valioso que se hagan películas de ese tipo, ya la
gente va emocionada a verla, es muy importante que se hagan ese tipo de películas
que son las que están ayudando a que se empiece a hacer verdadero cine en
México, y verdadero cine me refiero a cine que realmente le importe a la gente,
al espectador. De toda la vida se sigue haciendo cine en México y triunfa en
Cannes y a los israelitas les encanta (risas), pero me refiero ya hay que hacer
un cine para nosotros.
¿Hay
algún consejo que nos puedas dar para quienes se quieren dedicar a esto…?
Que lo más importante es la disciplina y la
tenacidad, es muy chistoso pero puede estar alguien con un gran guión o una
gran idea y ser un genio, pero si no se mueve, tú con tu porquería de idea
puedes llegar más lejos, tomándolo en el buen sentido, lo más importante aquí
es la disciplina estar todo el día péguele y péguele, esta es una carrera de
resistencia, no de talento.
Desde
luego que esta no será la última vez que sabremos de Francisco Payó González,
pues como él dice: “esta carrera es de resistencia” y sumado a la pasión, seguridad,
calidad y a la disciplina de las que
echa mano este joven director podemos suponer que nos irá presentando más
proyectos interesantes para ver, seguiremos sus pasos y mientras tanto solo nos
resta desearle éxito.
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