Harun Farocki, uno de los principales directores del Nuevo Cine Alemán, murió el 30 de julio de 2014 en Berlín, pero unos meses antes vivió en La Casa Buñuel donde entre febrero y marzo de ese año, se realizó una retrospectiva de su trabajo; del inmueble dijo: “Éste es un lugar semipúblico. Me gusta mucho porque me puedo apropiar del espacio”. Y eso era lo que buscaban los impulsores del proyecto cultural que albergaba la vivienda: ser un sitio de creación y difusión fílmica, pero actualmente permanece cerrada, sin planes a futuro.
Ubicada en la calle de Félix Cuevas 27, Colonia del Valle, la casa donde el cineasta Luis Buñuel vivió en México está en medio de una disputa entre los ministerios españoles de Cultura y Exteriores, quienes quieren adjudicarse la operación, según lo reportó el periódico El País.
Mario Barro, quien en su momento fue coordinador de la casa, comenta en entrevista con La Razón: “No me consta lo del conflicto. Lo que es un hecho es que la casa fue adquirida por el Ministerio de Cultura del gobierno de España en el año 2010. El programa principal era el de residencias artísticas, que estaba permanentemente abierto”.
“Las solicitudes eran sometidas a evaluación por los miembros del comité de gestión de Casa Buñuel, el Instituto de la Cinematografía y las Artes Audiovisuales, la Filmoteca UNAM, la Embajada de España y la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo. La cooperación entre instituciones siempre resultó efectiva y correcta”, agrega.
Sin embargo, en mayo de este año el inmueble, edificado en 1946, cerró sus puertas, “no se canceló nada (los proyectos), sólo se congeló la aprobación de nuevas propuestas”, refiere.
Diseñada por el arquitecto español Arturo Sáenz de la Calzada, compañero de exilio del director de Los olvidados, el edificio está hecho de ladrillos rojos porque así lo pidió Buñuel para recordar su estancia en la Residencia de Estudiantes donde vivió con sus amigos Federico García Lorca y Salvador Dalí.
Fue un centro de reunión de grandes artistas. En su interior estuvieron Octavio Paz, Carlos Fuentes o Gabriel García Márquez, entre muchos otros, pero ahora no se sabe si reciba el mantenimiento adecuado, “que yo sepa, no”, comenta Barro.
El cierre de la casa se debió la falta de recursos; sin embargo, Barro Hernández asegura que no se necesitaba mucho dinero para su funcionamiento.
“Casa Buñuel no tiene personalidad jurídica propia; por tanto, no puede recibir recursos directamente. El presupuesto para el funcionamiento de este centro necesariamente se tiene que recibir y gestionar a través de un tercero (ya sea la UNAM o la AECID). Dada la configuración de sus objetivos y programas del Centro, el presupuesto necesario no es muy elevado”, explicó.
Además de que el número de trabajadores era reducido: un responsable de programación (Barro), personal de apoyo de la Filmoteca de la UNAM y una empresa encargada de limpieza, seguridad y mantenimiento.
Aunque organismos mexicanos como la Filmoteca de la UNAM y el Instituto Nacional de Cinematografía (Imcine) participaron en algunos proyectos con ellos, el también académico expone que “hasta ahora, no” han intervenido para intentar reabrir el espacio cultural.
Pero tampoco la comunidad artística se ha manifestado a favor de la reanudación de los trabajos que incluían programas de residencia, actividades formativas (talleres, cursos, seminarios, conferencias, tertulias), ciclos de cine y audiovisuales, exposiciones, plan de difusión.
Finalmente, Barro refirió que “la experiencia estaba resultando muy positiva y como muestra el video colocado en Youtube, donde el fallecido cineasta Harun Farocki lo cuenta”.
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